DESDE GINEBRA
Resiliencia en el comercio multilateral
El comercio ha sido un importante motor para el crecimiento económico mundial, generando empleo y bienestar. El sistema multilateral de comercio basado en normas, con el surgimiento de la Organización Mundial del Comercio (OMC), anterior GATT, a través de su Órgano de Apelación, durante su funcionamiento resolvió las disputas comerciales basado en las reglas multilaterales de una manera vinculante.
' Otro factor impulsor es la creciente frecuencia y gravedad de los desastres naturales.
Eduardo Sperisen-Yurt
Después de la fuerte caída en 2020, debido a la pandemia, el comercio de bienes y servicios creció en 2021, experimentando un aumento de alrededor del 13% en relación con el nivel anterior a la pandemia, de 2019, siendo esta una recuperación más rápida, después de la crisis financiera de 2008.
La agresión de Rusia a Ucrania en 2022 obstaculizó el suministro de productos básicos, por lo que los precios de los alimentos y la energía aumentaron, elevando la inflación y, por tanto, deprimió la demanda.
La digitalización está cambiando la producción industrial de una manera que hace que el comercio internacional de mercancías sea cada vez más complejo. Sin embargo, las nuevas tecnologías como las comunicaciones, la impresión 3D y la inteligencia artificial, entre otras, han facilitado y acelerado la producción industrial. Desde hace algunos años se viene desarrollando una peligrosa tendencia proteccionista, de 2012 al 2020 se han creado nuevas barreras al comercio, con un promedio anual de 147 medidas restrictivas.
No obstante, los miembros de la OMC recientemente han mostrado moderación en el empleo de medidas proteccionistas, aplicando medidas de facilitación del comercio en medio de la pandemia, aunque con poco apetito por mayor liberalización del comercio, a pesar de que en el período anterior a la pandemia se caracterizó por numerosos conflictos comerciales.
Las empresas han tratado cada vez más de reducir las vulnerabilidades y la exposición a los riesgos globales tras la última crisis financiera y económica. Otro factor impulsor es la creciente frecuencia y gravedad de los desastres naturales.
Ahora más que nunca se necesita de una OMC fuerte y resiliente para ayudar a los gobiernos y las empresas a atravesar estos tiempos difíciles. A pesar de que la organización ha atravesado por dificultades en todos sus pilares, la liberalización del comercio, el establecimiento de normas, la supervisión de la política comercial y especialmente el órgano de apelación se enfrenta a enormes desafíos.
En la medida en que más países se adhieren a la OMC y los aranceles han disminuido, los miembros reconocen la situación y expresan mayor disposición para llegar a compromisos de una reforma integral de la Organización. Muestra de ello, después de 20 años, en la Doceava Conferencia Ministerial de junio, los miembros concluyeron las negociaciones para un acuerdo global sobre las subvenciones a la pesca, también se acordó una exención del Acuerdo sobre los ADPIC para las vacunas contra el covid-19.
Debido a que los acuerdos multilaterales son cada vez más difíciles de alcanzar por consenso, los miembros están dispuestos a impulsar acuerdos plurilaterales para abordar las políticas y prácticas no comerciales. El comercio puede desempeñar un papel importante en el fomento de la transición ecológica. Sin embargo, para que la OMC tenga mejores resultados, se necesitan nuevas normas sobre sostenibilidad.
Por lo anterior, es evidente que la OMC necesita una reforma seria, misma que fue mandatada en la pasada 12 Conferencia Ministerial de junio. El objetivo no es mantener el statu quo, sino adaptar el sistema multilateral de comercio de manera resiliente a las realidades y necesidades del siglo 21.