El exceso de inventario remanente de temporadas pasadas también estaría influyendo en esta situación, pues se necesita liquidar productos en anaqueles, antes de surtir bodegas de nuevo.
“La primera quincena de septiembre va a ser negrísima. Hay mucha incertidumbre porque hay fábricas con órdenes detenidas. O sea que los pedidos no están cancelados, sino detenidos. Es como si dijeran no hagas nada ni toques la tela, porque no sé qué voy a hacer. Por eso, los textileros siguen acumulando telas”, dijo Alejandro Ceballos, vicepresidente del sector Vestuario y Textiles (Vestex), de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport).
El directivo dijo conocer casos de fábricas que han tenido que despedir personal ante la incertidumbre de lo que pase con los pedidos. “Lo que sucede es que, si usted no tiene nada qué coser, no lleva a la gente a trabajar; le sale más barato liquidarla y volverla a contratar cuando tenga trabajo. No es que las fábricas cierren, sino solo algunas líneas de producción”, explicó.
En cuanto a las cifras, las exportaciones previstas para este año suman US$2 mil 250 millones y al 29 de agosto se reportaban US$1 mil 704 millones vendidos. En términos interanuales, las exportaciones a la fecha son mayores en 24.26% que lo logrado a agosto de 2021, cuando se contabilizaban US$1 mil 297.9 millones.
Varias causas
Según Ceballos, lo que ha pasado es que las empresas estadounidenses han acumulado grandes inventarios de ropa de temporadas pasadas, entre el confinamiento por el covid-19 y el regreso a la normalidad. “Tienen inventarios grandes de ropa que ya no es vendible por el cambio de temporada”, argumentó.
A esto se suma la inflación, aunque, a su juicio, ese no es el principal factor que abona a la caída de las compras de vestimenta. “Le están echando la culpa a que la gente de que no compra por la inflación, pero lo que pasa es que nadie compra lo que ya no le va a servir”, enfatizó.
En cuanto al valor de lo que se dejará de enviar al extranjero, si las empresas cancelan sus pedidos de manera definitiva, no hubo respuesta clara: “Hasta hace dos semanas no se podía encontrar a un costurero (disponible), así se pagara lo que se pagara, ahora todo cambió”, indicó.
Por su parte, Hugo Maúl, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), dijo que el principal problema de las órdenes de vestuario se debe a que existen grandes saldos de mercadería en China y Vietnam que no se han vendido y muy probablemente en los próximos meses surtirán al mercado norteamericano.
“Los grandes compradores gringos antes de venir a colocar producción en países como Centroamérica, van a echar mano de los saldos que existen todavía en Asia. De esa cuenta, una recesión no solo disminuye el consumo, si no ese consumo deprimido probablemente será abastecido por el mercado asiático”, argumentó.
Mantienen el optimismo
Amador Carballido, director general de Agexport, confirmó que Vestex es uno de los sectores más sensibles a las variaciones del mercado, porque sus productos son de alto valor, pero de consumo no inmediato. Adicionalmente, en casos de inflación, la ropa es un producto prescindible en comparación con alimentos u otros bienes consumibles de vida corta.
Por lo pronto, afirmó que no se conoce de otro sector que esté registrando suspensiones temporales o cancelaciones de pedidos, por lo que se espera que las exportaciones evolucionen, según lo estimado.
“Hasta ahora, las cifras de exportaciones están en positivo, incluso por encima de lo observado el año pasado. Nos queda anticipar qué productos son sensibles al consumo y que puedan ser los primeros en tener un problema con la inflación o una eventual recesión en EE. UU.”, enfatizó.
A criterio de Maúl, “el siguiente año, con la nueva temporada, es factible que la producción guatemalteca tenga un impulso importante en términos de nuevas órdenes para abastecer patrones de moda y de consumo. El problema fundamental radica en qué tan profunda sea la contracción económica de Estados Unidos”.
“Hay mucha incertidumbre, pero esperamos que a partir del 15 de septiembre ya se aclaren las cosas. Lo que va a pasar es que se van a quedar otra vez sin inventarios, y aunque les resulta más barato traer de Asia, se les complica por los tiempos, porque los pedidos de Navidad podrían tomarles hasta 10 semanas; en cambio, nosotros podemos responder en dos”, expuso Ceballos, con mucho optimismo.
Datos de interés
- 526 empresas pertenecen al sector de vestuario y textiles.
- Representa el 14.1% del total de las exportaciones.
- Genera 180 mil empleos directos e indirectos.