Siempre que toco este tema me viene a la memoria cuando desarrollamos la planificación del territorio rural para el Infom, que incluía el PR de Antigua Guatemala. En el 2006 se publicó el libro El proceso de urbanización en Guatemala, un enfoque demográfico. 1950-2002. El documento se refiere al crecimiento y distribución de la población, el cual incluye el efecto de las migraciones internas donde las rutas juegan un papel importante. En esto destaca la tasa bruta de natalidad que disminuyó desde 51.3/1000 en 1950 a 34.2/1000 en 2002. La tasa global de fecundidad descendió de 7.1 en el primer año a 4.4 en el último, y la tasa bruta de mortalidad se contrajo de 22.4 al inicio, a 6.8 por mil al final.

Esto sitúa a Guatemala en la transición demográfica en la etapa moderada de la población urbana que muestran dos subperíodos. En el proceso de crecimiento y expansión de las ciudades se han ocupado sistemáticamente cuencas y subcuencas. deforestando grandes extensiones de tierra fuera del control regulatorio municipal, ocupado terrenos no adecuados para uso habitacional debido a condiciones geológicas, topográficas, o bien por localizarse cercanas a las riberas de ríos. Por efectos del cambio climático se han incrementado los fenómenos hidrometeorológicos impactando directamente estas áreas con inundaciones, deslizamientos, tempestades, sequías que han afectado a la población residente. La gestión municipal se ha visto sobrepasada por la demanda de servicios básicos, especialmente la dotación de drenajes y la recolección de desechos sólidos.

La planificación del territorio no puede transcurrir disociada de las actuales estrategias marco del desarrollo rural. Actualmente, el término “territorial” está presente (explícita o implícitamente) en la mayoría de las publicaciones que abordan el tema del desarrollo. Se está dando una revalorización, un resurgimiento del concepto de territorio y dada la revalorización del “territorio”, entendido ahora como un factor estratégico en el desarrollo de las zonas rurales. Procesos evolutivos de los conceptos de desarrollo rural y ordenamiento territorial, como así también resaltar la estrecha vinculación entre ambos.

Aquí los caminos rurales constituyen infraestructura esencial para el desarrollo social y económico de las comunidades rurales, comúnmente ubicadas en zonas donde el acceso a los servicios básicos es muy limitado y las dinámicas comerciales se ven obstaculizadas por las dificultades para el transporte de los productos y los insumos. En países como Guatemala, la conceptualización, el diseño y la construcción de caminos rurales es indispensable para fomentar el desarrollo rural integral, particularmente cuando se desea promover a pequeños productores agropecuarios y otras actividades no agrícolas de pequeña escala. Numerosos estudios econométricos en los que se relaciona el desarrollo agrícola en espacios rurales con diversas variables lo muestran consistentemente.

Para ello se analizan, en primer lugar, las principales características de las estrategias de desarrollo rural aplicadas, hasta llegar a las actuales implicancias del modelo territorial de desarrollo. Luego se avanza sobre las concepciones del ordenamiento.

Lograr el desarrollo del medio rural no ha sido ni es tarea fácil, ya que el objetivo de desarrollo ha variado según el modelo vigente en cada etapa y en cada espacio. Las ideas sobre el desarrollo rural se han basado en dos vertientes de pensamiento. Uno, referido a los aspectos conceptuales; el otro a los aspectos asociados a la práctica del desarrollo rural por parte de las agencias de desarrollo.