En un comunicado, los obispos de Guatemala comentaron que luego de la reunión de julio se dirigían a la población para compartir esperanza aún en medio de la pandemia, acontecimientos mundiales al que se suman muchos otros sucesos nacionales e internacionales como guerra, crisis económica, desastres naturales, entre otras, pues marcan la época difícil que se está viviendo.
Mencionan que ellos son testigos de los acontecimientos de la geopolítica mundial de este cambio de época donde prevalecen hegemonías que no favorecen el bien común ni el bienestar mínimo de las personas y su dignidad humana.
“Guatemala sigue mal y en muchos sentidos se deteriora. El funcionamiento del Estado y de la democracia depende de la objetividad en el orden constitucional y los órganos en los que éste se expresa, como también de las leyes subalternas y ordinarias que regulan su funcionamiento y el de la sociedad. El Estado solamente cumplirá sus funciones si los actores que le dan vida tienen sentido ético y moral, pueden pervertir el ordenamiento legal, o en cambio suplir con su rectitud moral sus lagunas y deficiencias”, se lee el comunicado.
Añade que “el problema de nuestro país es que la corrupción, irresponsabilidad, intereses y miopía política de los funcionarios en todos los órganos del Estado han corrompido el sistema, han abusado de él, y creado un Estado disfuncional incapaz de cumplir su función de crear el bien común”.
Explican que, a consecuencia de esto, el país está en el puesto más bajo en desarrollo humano de Latinoamérica y que, aunque los problemas son históricos e internacionales, agudiza la situación el hecho que los gobiernos hagan planes de desarrollo sólo para corto plazo y con fines electorales.
Desnutrición
Los obispos también señalan que siguen sin ver “mayores frutos en la lucha contra la desnutrición infantil, pues se mantienen altos los índices de violencia y no se han promovido políticas reales y efectivas a favor de la población indígena, pero tampoco a favor de la aplicación transparente de la justicia, especialmente para las personas de bajos recursos, que además sufren las consecuencias del alto costo de la vida, producto también de I condiciones de la economía a nivel global”.
Política
En el comunicado, los obispos piden a los ciudadanos creyentes, pertenezcan o no a una organización política del Estado, a que ejerzan con sentido moral y ético sus acciones en el ámbito público.
Piden al sector privado, “a cumplir su función guiados por el sentido moral de su conducta y trabajo y a los ciudadanos que no practican ninguna religión les pedimos que tomen conciencia de que también la responsabilidad ética y moral de sus acciones contribuyen a crear una sociedad próspera e incluyente Invitamos a los guatemaltecos a no perder la ilusión de construir la paz en nuestro país”.
“Dios nos llama a procurar la justicia a defender la vida humana en todos sus momentos y personas, especialmente los más vulnerables”, comentan.
Actividades cívicas
En el comunicado, los obispos piden que se procure realizar actividades o jornadas cívicas para promover la participación ciudadana, la sensibilización política y la elección de candidatos idóneos: con conciencia social, proyección política, conocimiento de las leyes y valores humanos y cristianos.
También explican que como miembros activos en las Diócesis se preocupan por trabajar para y con los jóvenes y niños de nuestras parroquias, que son el presente y el futuro de la sociedad y de la iglesia y por lo tanto, necesitados de una atención pastoral.
“Organicemos y realicemos actividades diocesanas y parroquiales de sensibilización, formación, oración, haciendo uso de los medios sociales y digitales, para fortalecemos en las relaciones humanas sanas y que como una Iglesia en camino sinodal mostremos al mundo que Jesús Resucitado sigue vivo entre nosotros”, se lee en uno de los puntos.
También expusieron que “la verdadera fe cristiana no es sólo implorar la bendición del Dios verdadero, sino que también es ‘trabajar por la justicia y la paz’. Que las celebraciones religiosas de cualquier denominación, en los próximos meses, no caigan en la tentación de mezclar propaganda política con aparente oración”.
Migración
Gonzalo de Villa, arzobispo metropolitano de la Arquidiócesis de Santiago de Guatemala, expresó que el tema migratorio es uno que viene ya desde hace varios años, pero se está incrementado exponencialmente en Guatemala y fuera del país.
Señaló que en el país pasa gente de otros lados, que en México detienen a muchos, otros llegan y muchos mueren. También mencionó que la migración afecta obviamente a mucha población guatemalteca y a quienes pasan por el país y vienen del sur en incluso de África, y que es un fenómeno mundial de un drama inmenso, y como pastoral de Movilidad Humana, la Conferencia Episcopal trata de ayudar en algo en la medidas de sus posibilidades.
“No dejarse llevar por una cancioncita”
De Villa añadió que ya se empieza a notar la presencia del año electoral y por eso instan para que las celebraciones religiosas de cualquier denominación, en los próximos meses, no caigan en la tentación de mezclar propaganda política con aparente oración.
“Yo creo que eso es importante decir, el mundo de las campañas y en Guatemala, y no sólo estoy hablando de esta, estamos hablando de anteriores campañas, es distorsionar lo que es la oferta de ideas, integra más o de promesas que se pueden cumplir para caer en una mercadotecnia de productos publicitarios naturaleza candidatos, colorcitos, partidos que son hoy y mañana no, pasado saber, todo eso hace que la campaña electoral es algo a lo que debemos llamar a que la gente tome en serio el reflexionar y no dejarse llevar por una cancioncita”, concluyó De Villa.