Desde ese momento, el narcotraficante mexicano se encuentra preso en el Centro Penitenciario y Administrativo de Máxima Seguridad en Florence, conocida también como ADX Florence o la “Alcatraz de las Rocallosas, una de las prisiones más duras del mundo.
Esta prisión de máxima seguridad fue construida con el fin de separar a los presos del resto del mundo y actualmente es el hogar de algunos de los terroristas y narcotraficantes más peligrosos.
Los reclusos de la cárcel ADX Florence pasan días en aislamiento en el interior de pequeñas celdas de concreto y, según una investigación publicada por la revista The Nations, recurrentemente son alimentados con pequeñas porciones de comida.
Asimismo, pasan entre 22 y 24 horas al día solos en una habitación de 3.8 metros de largo y 7.6 metros de ancho, la cual solamente cuenta con una pequeña ventana para permitir la entrada de luz.
Los criminales detenidos en la prisión ADX Florence solamente tienen permitido salir de sus celdas una hora al día para estar en las áreas comunes y son obligados a comer dentro de este pequeño cuarto, ya que sus alimentos se les proporcionan por una rendija instalada en la puerta.
Debido al estricto régimen establecido dentro de la cárcel ADX Florence, varios reclusos han expresado su descontento ante las condiciones en las que viven y la forma en la que son tratados por las autoridades penitenciarias.
Uno de los casos más famosos fue el de John Jay Powers, quien ingresó a esta prisión en 1990 por robar un banco y perdió la cordura a raíz del duro encierro que experimentó dentro de esta cárcel de máxima seguridad.
Otro criminal que expresó su descontento ante estas condiciones fue Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien reveló su experiencia dentro de la cárcel ADX Florence por medio de una declaración jurada.
“Cada noche esto causa que mi corazón comience a latir rápidamente, elevando mi presión arterial. He presentado este problema al personal, pero nadie ha hecho algo”, indicó el narcotraficante ante la falta de atención recibida en este penal.