El 9 de marzo recién pasado, el exfuncionario quedó ligado a proceso penal a petición de la Fiscalía contra la Corrupción.
El 5 de abril del 2021, el exfuncionario se presentó al Juzgado Noveno Penal luego de permanecer 11 meses prófugo de la justicia.
El primero caso que involucra directamente al exministro Súchite, quien es señalado por supuesto nepotismo en la contratación fraudulenta de su sobrino Ever Eduardo de Jesús Súchite Túnchez, en enero del 2019, cuyo contrato fue renovado en enero del 2020 por un monto de Q95 mil 741.94.
El exministro señalado emitió el Acuerdo Ministerial 9-2019 el 2 de enero de 2019 y dentro del Artículo 233 del referido documento aprobó el contrato administrativo de Servicios Técnicos Número 285-2019, suscrito ese mismo día, entre el entonces viceministro del Deporte y la Recreación, Mario Renato Monterroso García y el sobrino del ministro Súchite, cuya vigencia fue del 2 de enero al 30 de junio de 2019.
Este contrato se hizo pese a que Súchite Túnchez era pariente del exministro dentro de los grados reconocidos por la Ley, en virtud de ser su sobrino.
También aprobó el contrato de Súchite Túnchez para del 2 de enero al 31 de diciembre del 2020 por un monto de Q95 mil 741.94.
El extitular de Cultura también es señalado de tráfico de influencias al haber influido en el exviceministro del Deporte y la Recreación, Mario Monterroso, para que le incrementara el sueldo a Obdulio Alberto Ramos León en la renovación del contrato para el segundo semestre de 2019.
Según la investigación, Súchite Vargas le dijo a Monterroso que el beneficiado también era su sobrino. Hasta junio del 2019 había recibido honorarios por Q10 mil.