A pesar de haber sufrido dos derrotas al hilo ante Santa Lucía Cotzumalguapa y Malacateco, los seguidores albos no sintieron mayor satisfacción que volver a celebrar un nuevo título que derrotando a su eterno rival.
Ese mismo al que vencieron en aquel torneo Clausura 2015 cuando ganaron el hexacampeonato, al mismo que le han ganado siete de las ocho finales disputadas y cinco de manera consecutiva, por ello, había razón de sobra para que los blancos festejaran hasta altas horas de la noche del domingo.
Una marea blanca se desbordó desde la salida del estadio Doroteo Guamuch Flores, con cánticos, pirotecnia, banderas, gritos y aplausos, le abrieron paso a la ‘Chiva’ vehículo que transportaba a los protagonistas que conquistaron el título.
José Manuel Contreras era uno de los más solicitados por la afición para que les diera autógrafos, los seguidores lanzaban sus camisolas para que el capitán blanco plasmara su firma, de igual forma, Óscar Santis era aclamado, la gente quería un recuerdo suyo, porque entre la felicidad, también estaba la nostalgia porque no lo verán vestido de blanco la próxima temporada ya que emigrará al balompié griego.
El recorrido del vehículo era lento, y a su paso por la avenida Reforma, otro buen grupo de seguidores los esperaban, ‘Gracias equipo estamos orgullosos’, ‘Valió la pena la espera’, ‘Que se vengan más títulos’, eran algunas de las frases que los fanáticos blancos les gritaban a los futbolistas.
El mayor número de seguidores se concentró en el Obelisco, gente proveniente hasta de Zacapa y varias zonas y municipios de la capital, esperaron horas para ver a su equipo campeón. Pasada la medianoche, la fiesta continuó, los cánticos y la alegría no cesaba por la obtención de la tan añorada copa 31.