Por las medidas sanitarias que obligó el covid-19 los buses salieron de circulación desde el 2020, pero ante la desescalada en las restricciones tan solo algunas unidades han logrado salir a circulación.
Lo que desde ya representa un problema a criterio de la Defensoría del Usuario del Transporte Público, unidad adscrita a la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH),
Ya que ante el cese de las restricciones algunos centros educativos están regresando a un modelo de enseñanza presencial o hibrida, junto a algunas empresas que se están despidiendo del teletrabajo.
Lo anterior representa mayor número de personas en las calles y pocas unidades de transporte público que respondan a esa demanda; antes de la pandemia la PDH reportaba 3 mil 150 buses, en la actualidad no llegan ni a 500, según sus cifras.
Por el tema de aforos y la actual crisis en el precio de los combustibles el pasaje también está sufriendo aumentos, incluso el transurbano reporta cobros de Q8.00 cuando lo permitido son tan solo Q5.00.
La solución más evidente parecería dejar que las unidades que salieron de circulación regresen, pero los empresarios del transporte aseguran que las municipalidades están exigiendo unidades de modelo reciento.
Según la Asociación de Propietarios de Autobuses Urbanos (Asopagua), tendrían que tener buses modelo 2007 o 2008 para trabajar e instarles un sistema de cobro prepago.
Ellos podrían hacer esta inversión, pero entra en juego otro punto clave: el costo del pasaje, ya que afirman que una inversión de ese tipo no es sustentable manteniendo la tarifa previa a la pandemia.
La propuesta
Edwin Amaya, representante de Asopagua, está consiente que muchas de sus unidades eran viejas y que en ocasiones no dejaban una buena experiencia al usuario, por lo que entiende que para regresar necesitan mejorar el servicio.
Resalta que aunque en el imaginario social se piense que los buses reciben subsidio es un aporte que ellos dejaron de recibir desde hace 10 años, lo que les permitía sobrevivir sin poder invertir en sus unidades.
“Si ahora empieza a haber regreso a trabajos y clases presenciales habrá un déficit de transporte, ahora bien si empezamos a tener platicas con el ente regulador lo primero que tiene que hacer es sacar todo ese transporte no reglado, taxis y moto taxis piratas”, señaló.
Estos modelos de transporte que proliferaron en plena pandemia operan en la clandestinidad; son unidades viejas y sin sistema prepago lo que complica a los empresarios autorizados, agregó Amaya.
“Nosotros proponemos que nos dejen cobrar una tarifa que sea real, el traslado nos cuesta lo mismo a cualquier empresario; propusimos en 2020 y 2021 que el subsidio se le dé al usuario y el empresario cobra una tarifa para solventar inversión y el alza de los combustibles”.
De esta forma el empresario de transporte no recibiría dinero del Estado, ese eventual aporte llegaría a los usuarios de buses para que puedan pagar una tarifa que es analizada desde hace dos años, explicó.
“Nos exigen mínimo buses del año 2007 o 2008 y un sistema prepago, fijando una tarifa justa nos aseguramos que la inversión que haremos para un servicio público de calidad se va a recuperar. En 2020 contemplábamos una tarifa de Q8.75, sin tener el precio de los combustibles actuales”.
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Escenario de crisis
El panorama no es alentador según Edgar Guerra, defensor del usuario del transporte público de la PDH, quien asegura que habrá mucha gente en la calle sin la posibilidad de movilizarse a su trabajo o centro de estudios.
“Hay una demanda insatisfecha del servicio que ha dejado de ser cubierta por el transporte convencional, a pesar que se han hecho esfuerzos desde las municipalidades para colocar unidades de transporte hay una demanda insatisfecha cubierta por taxis y moto taxis piratas”, refirió.
Esta semana hubo una reunión entre transportistas y la municipalidad capitalina, en donde los empresarios están dispuestos a adquirir préstamos para invertir en buses, toda vez se fije una tarifa técnica que compense los costos.
“Preocupa que los transportistas cuenten con la capacidad financiera para poder responder a la demanda de los usuarios y fijar una tarifa técnica del trasporte, son temas que hemos visto en una mesa técnica con la municipalidad de Guatemala viendo los nuevos costos de operación”, señaló.
Nuevas rutas
Actualmente la municipalidad capitalina se encuentra afinando detalles para ampliar el sistema de transporte, transmetro, mismo que ha logrado mantener una tarifa sin incrementos durante toda la crisis sanitaria.
“Tenemos una mesa de trabajo con los propietarios de los transportes y entendemos perfectamente, todos sentimos el incremento en el precio de los combustibles, especialmente en el diesel, pero en unidades que se mantienen 12 horas trabajando pues se tiene un impacto, en las mesas de trabajo ya se está discutiendo el tema para solucionar a favor del usuario”, explicó Ricardo Quiñonez, jefe edil.
Así mismo refirió que hay otros proyectos en mente para ayudar a que todos aquellos que usan transporte público se sientan satisfechos, logrando llegar de manera segura, cómoda y económica a sus destinos.
“El transmetro mantiene su tarifa y especialmente vamos a instalar una nueva ruta en la zona 5, estamos a punto de hacer y de colocar la orden para que puedan traerse nuevos buses, serán buses eléctricos, tenemos además pendiente en el Congreso que se apruebe la concesión que pueda permitir un aerómetro”, concluyó.