Estos materiales se utilizan para la obra gris y al igual que él, otras empresas constructoras de Xela enfrentan el mismo problema, por lo que algunos detuvieron temporalmente las obras, y otros compensan esos encarecimientos con la reducción de la planilla.
El origen del problema es que grupos de vecinos del Valle de Palajunoj mantienen un bloqueo de acceso a esa región, como protesta por el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) impuesto por la comuna de Quetzaltenango, conflicto que lleva más de 70 días.
Durante ese lapso, las plantas productoras que abastecen al sector comercial y de construcción en el departamento no han podido trabajar, por lo que el producto se despacha desde otros departamentos.
Variación de precios
Lo anterior ha ocasionado alzas en los precios de los agregados y blocks, asegura Guzmán, los que debe absorber por los contratos y tiempos de entrega de las obras en curso.
Citó por ejemplo que el precio de una unidad de block pasó de Q4.50 hasta Q6.50 y además, el producto está escaso en las distribuidora, o se tienen que programar pedidos con proveedores de la costa sur. Los cinco metros de arena -conocidos como camionada- pasaron de Q800 hasta Q1 mil 100 y la de piedrín, subió de Q1 mil a Q1 mil 325.
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El movimiento alcista no es exclusivo para el área urbana de Xela, sino que afecta a otros municipios como Colomba, que se abastecen de esas plantas productoras de agregados.
El constructor aseguró que tiene contratos que incluyen penalizaciones si se incumplen los plazos de entrega de obras establecidos, por lo que no tiene otra opción que continuar con sus proyectos de edificación comercial y habitacional.
Nadie hace nada
René Muñoz Barnoya, representante de una de las empresas afectadas por el bloqueo, reiteró esta semana que siguen sin trabajar, ya que no cuentan con otras materias primas para fabricar el producto en las plantas, ni se les permite despachar los agregados, block y adoquín porque los vehículos pesados no pueden circular.
Una estimación preliminar indica en que se han dejado de producir más de cien mil metros cúbicos de agregados, así como 2.5 millones de unidades de blocks.
El índice de confianza del sector construcción de abril que elabora la Cámara Guatemalteca de la Construcción, indica que ocho de cada 10 constructores respondieron que su principal preocupación es el encarecimiento de los materiales, como principal factor de incidencia para 2022.
Además, el 67% de los encuestados manifestó que es buen momento para invertir, 26% opinó que no está seguro de invertir y 6.7% considera que es mal momento, según la muestra.
Sin medios de producción
Otras de las afectadas son empresas locales que prestan servicios a las fábricas detenidas, sobre todo de maquinaria y transporte.
Algunos vehículos que se utilizan para transportar materias primas e insumos para las plantas no están en circulación, ya que no se les permite salir, al igual que otros equipos especializados que están en arrendamiento para la operación, lo que implica pérdidas a los propietarios de los automotores, por no estar activos.
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Se estima que los perjudicados son unos 150 transportistas que en promedio hacen 225 viajes diarios, de manera que durante el bloqueo, no se han realizado unas 10 mil movilizaciones.
Origen del conflicto
Desde el 1 de marzo, un grupo de vecinos, alcaldes comunitarios e indígenas demandaron al alcalde Juan Fernando López, cumplir con la eliminación del pago del arbitrio municipal relacionado con el Plan de Ordenamiento Territorial (POT).
Este se halla vigente desde el 2017 y su eliminación fue una de las promesas electorales del actual jefe edil, lo que no ocurrió, por lo que los vecinos bloquearon los accesos al Valle de Palajunoj, donde se encuentran el vertedero municipal y las plantas productoras de agregados.