Uno de los cadáveres tenía las manos atadas a la espalda, indicó un periodista de la AFP. Los cuerpos estaban diseminados a lo largo de varios centenares de metros, sin que hasta el momento se sepa la causa de las muertes.
Las tropas rusas se retiraron de varias localidades cerca de Kiev, tras haber fracasado en su tentativa de rodear la capital. Las autoridades ucranianas proclamaron que Bucha había sido “liberada”.
Los combates y bombardeos dejaron un panorama apocalíptico, con enormes agujeros en edificios residenciales y automóviles destrozados en varias partes de la ciudad, informaron los reporteros de la AFP.
Responsables ucranianos dijeron que todavía no sabían quiénes eran las víctimas ni cómo fallecieron.
“Este territorio no estaba bajo control ucraniano” cuando fueron asesinadas, dijo a la AFP un responsable regional de Kiev, que requirió el anonimato.
“Acabamos de entrar en Bucha (…). Todavía no sabemos lo que sucedió aquí”, agregó.
“Podrían ser civiles muertos en un bombardeo o pudieron ser ultimados por soldados rusos. Las fuerzas de seguridad se encargarán de averiguarlo”, añadió.
Dieciséis de los 20 cadáveres estaban en una acera de la calle o junto a ella. Tres se hallaban en medio de la calzada y uno en el patio de una vivienda.
Un pasaporte ucraniano había caído cerca del cadáver maniatado.
Todos los muertos vestían ropas de civil: abrigos, casacas o jerséis, pantalones vaqueros o de jogging y zapatillas deportivas o botas.
Dos yacían junto a bicicletas y otro cerca de un carro abandonado. Algunos estaban boca abajo y otros sobre la espalda.
Los rostros de los fallecidos tenían un aspecto ceroso, lo cual podría indicar que llevaban varios días en el lugar.
– “Fosas comunes” –
Bucha y la ciudad cercana de Irpin han sido escenario de algunos de los combates más feroces desde que Rusia lanzó su ofensiva contra Ucrania, el 24 de febrero.
Estas dos ciudades han resistido pero han pagado un precio muy elevado. La mayoría de sus habitantes han huido.
Las fuerzas ucranianas sólo pudieron acceder a Bucha hace uno o dos días, después de casi un mes de ocupación rusa.
Según el alcalde de la localidad, Anatoly Fedoruk, 280 personas tuvieron que ser enterradas en “fosas comunes” pues era imposible hacerlo en los cementerios, aún expuestos a los bombardeos rusos.
La calle de Bucha donde se hallaron los 20 cadáveres estaba llena de escombros y de tendidos eléctricos en el suelo. Todas las viviendas de la zona parecían vacías.
Un carro de color plateado estaba acribillado de balas y varios cuerpos se encontraban cerca de una camioneta calcinada.
Una decena de ambulancias se dirigieron este sábado al lugar. Según las autoridades ucranianas, llevan varios días evacuando cadáveres de la región.
Otros dos cuerpos fueron hallados en otra zona de la ciudad. Uno estaba recubierto con una sábana, cerca de un complejo de apartamentos muy dañado, no lejos de la estación.