Fue sentenciado a cadena perpetua por asesinato y distribución de sustancias ilícitas, como integrante de una agrupación de crimen organizado, unos cargos por los que también fue condenado Junior Noé Alvarado-Requeno (de 25 años), alias Insolente o Trankilo, quien conocerá su sentencia a finales de abril, afirma en un comunicado.
Según los documentos judiciales, la MS-13 está organizada en una serie de subunidades o “camarillas” que operan en zonas geográficas específicas, y cada una está controlada por un solo líder, llamado en ocasiones “Primera Palabra”.
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Alvarado-Requeno y Corea Díaz eran ambos líderes de la camarilla de los Sailors (Marineros). Corea Díaz ostentaba el título de “Primera Palabra” para toda la costa este y Alvarado-Requeno era su par en el estado de Maryland, también en esa región del país.
Según las pruebas presentadas durante las cuatro semanas que duró el juicio, los condenados controlaron entre 2015 y 2018 la división bautizada “Sailors Locos Salvatruchos Westside” (SLSW), que cometieron asesinatos, extorsiones, tráfico de drogas, lavado de dinero y manipulación de testigos.
La pandilla cobraba “un alquiler” a las empresas que operaban en lo que ellos consideraban su territorio.
En el comunicado el fiscal federal Erek L. Barron, del distrito de Maryland, afirma que “la brutalidad de Corea Diaz es casi incomprensible”.
La banda también traficaba marihuana, heroína y cocaína y enviaba gran parte de las ganancias a líderes de la mara en El Salvador.
Los Sailors cometieron actos violentos contra presuntos pandilleros rivales y sus propios miembros por violar las reglas.
“El Chapo Salvadoreño”, ¿utilizado por Trump?
Corea Díaz fue comparado en 2017 por EE. UU. con el otrora poderoso jefe del cartel de Sinaloa Joaquín “el Chapo Guzmán”, por su poder e influencia con pandillas y carteles en ese país.
Sin embargo, el sindicado dijo que “su caso era político” y que había sido utilizado por el entonces presidente Donald Trump para “criminalizar” la migración.
“En 2017, Miguel Ángel Corea Díaz, un inmigrante salvadoreño, fue presentado por la Fiscalía de Estados Unidos como el máximo líder de la pandilla MS-13 en la Costa Este del país”, dice una publicación de aa.com.tr/es.
“Su detención fue parte de una serie de eventos, incluida la visita del presidente Donald Trump a Long Island, en New York, una zona asediada por la violencia de pandillas, conformadas principalmente por inmigrantes indocumentados y contra las que el Gobierno libraba una guerra”.
“Desde la cárcel de Baltimore, en Maryland, Miguel Ángel Corea Díaz habló con la Agencia Anadolu sobre su proceso. El salvadoreño dijo que su detención y la acusación en New York fueron parte de varias acciones que se utilizaron políticamente para hacer campaña a favor de la agenda del presidente Trump y de otros personajes”, dice el sitio.
“Creo que esto ha sido algo… como un caso político y lo que quiero es que se sepa la verdad. No es cierto todo eso que han dicho”, asegura”, citado por el medio.
“La Fiscalía de New York dijo a los medios de comunicación que Corea Díaz estaba detrás de varios asesinatos que ocurrieron en Long Island. Sin embargo, el salvadoreño sostiene que “no hay ninguna víctima” o algún familiar de una víctima que confirme la versión de las autoridades”, consigna el diario.
Algo es innegable, la crueldad con que han actuado las pandillas en EE. UU.
Por ejemplo, en 2016, Alvarado-Requeno ordenó el asesinato de un adolescente que consideraban un rival: le tendieron una emboscada y le asestaron 153 puñaladas cuando en realidad no pertenecía a ninguna pandilla.
En 2017, un miembro de las maras discutió con un estudiante de secundaria por marihuana. En respuesta, los condenados ordenaron su muerte, tras lo cual ayudaron a ocultar a los autores del crimen. Una de las máximas de la MS-13 es ver, oír y callar.
*Con información de AFP.