Es una joven que en su país se ganaba la vida como DJ, pues participaba en diversas actividades artísticas en clubes de Odesa, una ciudad situada al sur de Ucrania.
Pero a medida que la crisis iba creciendo muchos eventos públicos se fueron suspendiendo y la vida nocturna comenzó a tornarse escasa en Ucrania, que finalmente terminó con una guerra y cientos de ucranianos, entre ellos Masha, decidieron escapar.
La DJ puede hablar cuatro idiomas pero llegó a un país en donde no se puede comunicar; se encuentra viviendo en México y uno de los idiomas que no domina es el español.
Mediante sus redes sociales, la artista compartió con sus seguidores que se encuentra en Cancún, donde se encuentra en un lugar provisional pero está pensando en mudarse.
Algunos de sus seguidores mexicanos le han recomendado mudarse a la Ciudad de México o incluso a Monterrey, pero Masha todavía no ha tomado una decisión.
La ucraniana compartió en sus redes que todavía no tiene amigos, pero que está dispuesta a aprender español para poderse comunicar con una mejor soltura.
La historia de Masha es una de cientos de ucranianos que transcurren en simultáneo, que tan solo esperan que el conflicto termine para regresar a sus hogares, poder abrazar a amigos, familiares y recuperar su cultura.
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