IDEAS
¿Estamos más cerca de una guerra?
Los tambores de guerra cada vez suenan más fuertes en Ucrania. Ayer, hubo ataques artillados en el este ucraniano, por los que tanto los separatistas como los ucranianos se acusan mutuamente de violar la tregua negociada. La pregunta del millón es si no es esta la operación de “falsa bandera” que se había advertido sería la que utilizaría Putin para justificar una invasión. ¿Estamos a las puertas de la guerra, solo a la espera del final de los Juegos de Invierno el domingo?
' Putin está disfrutando tanto la atención y tener al mundo en vilo que sus funcionarios hasta se han dado el lujo de burlarse de los demás.
Jorge Jacobs
Las últimas semanas han sido un estira y encoge de soluciones diplomáticas, que han visto a varios de los líderes europeos peregrinar por Moscú y Kiev, a la búsqueda de coronarse como los campeones que lograron evitar una devastadora guerra, aunque por lo general han sido humillados por Putin, quien los recibió del otro lado de la gigantesca mesa que utiliza para demostrar su poder.
El gobierno ruso está disfrutando tanto la atención y tener al mundo en vilo que hasta se ha dado el lujo de burlarse de los demás. Las autoridades y medios de comunicación públicos rusos se burlaron este miércoles de la supuesta “fecha de invasión” de Ucrania lanzada por los países occidentales, que estimaban que se produciría el 16 de febrero. “Les pido a los medios de desinformación estadounidenses y británicos que anuncien el calendario de nuestras ‘invasiones’ para el año próximo, porque me gustaría organizar mis vacaciones”, dijo, por ejemplo, Maria Zakharova, portavoz del ministerio ruso de Relaciones Exteriores.
Otra de las “bromas” sería que, mientras el portavoz del ejército ruso anunció el martes que algunos militares empezarían a retirarse cuando terminaran los ejercicios militares, en la realidad, lejos de retirarse, llegaron más soldados.
Según funcionarios del gobierno de Estados Unidos y de la OTAN, no hay indicios de que se hayan retirado los soldados rusos, por lo que siguen considerando que un ataque es inminente. A este respecto hay que hacer la salvedad de que el vocero del ejército lo que dijo es que, conforme los soldados fuesen terminando sus ejercicios militares regresarían a sus bases. Puede ser que algunos soldados ya hayan terminado su participación en los ejercicios y que ellos fueran los que “regresaran a sus bases”, pero la mayoría de los ejercicios, tanto los que se están llevando a cabo en Bielorrusia, como los ejercicios navales en el Mar Negro, supuestamente terminan el domingo.
La “casualidad” es que el domingo también terminan los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín. Digo casualidad porque sostengo que si algo le pidió Xi Jinping a Putin para apoyarlo es que no le “arruine” sus juegos. Así que, de definirse algo, será a partir del lunes, o incluso el domingo por la noche, cuando realmente se verá si los soldados rusos regresan a sus destacamentos o se quedan en las fronteras ucranianas.
Por supuesto que hay muchos otros factores a tomar en cuenta para que se dé una invasión, y los costos de esta serían muy altos, especialmente para Putin, tanto afuera como adentro de Rusia, que es donde realmente le importa. De allí que la situación dista mucho de estar resuelta —para bien o para mal— y probablemente Putin disfrutará de tener más tiempo en vilo al mundo, solo porque puede, aunque al final no haga nada.
En medio de todo esto hay que tomar en cuenta que este mismo martes la cámara baja del Parlamento ruso, la Duma Estatal, votó a favor de enviar una resolución para “pedirle” a Putin que reconozca como estados independientes a las autodenominadas repúblicas populares de Donetsk y Luhansk, que casualmente fue donde ayer empezaron los ataques artillados. ¿Será que Putin aceptará como trofeo las dos “repúblicas” y allí terminará todo? Está por verse.