Pedro Infante desde su niñez se vio interesado porque hacer lo que su papá, es decir tocar varios instrumentos y aprender a cantar. El actor llegó sólo con su esposa María Luisa León a la capital mexicana y tras muchos esfuerzos por hacer triunfar como cantante y actor, logró posicionarse como uno de los artistas más importantes.
Cuando Infante ya tenía una buena posición económica, decidió comprar una casa en Lindavista para que toda su familia fuera a la Ciudad de México, pues los quería tener a todos cerca de él.
Desde entonces, el protagonista de Los Tres Huastecos se convirtió completamente en el sustento económico de los Infante, desde sus hermanos, su mamá y todos sus sobrinos, que en total eran cerca de 30 personas.
Ángel el hermano mayor de Pedro, era un policía de tránsito y él había llegado antes que el actor a la ciudad, pero su relación tuvo sus malos momentos cuando el Ídolo de Guamúchil decidió buscar suerte en el espectáculo y no recibió ayuda alguna de Ángel.
No obstante, el entonces policía quiso también ser actor, seguir los pasos de su hermano y convertirse en un personaje importante a nivel nacional, por lo que comenzó a trabajar como extra en muchas películas, en la mayoría de ellas Pedro también estaba.