La lógica más elemental y simple de entender indica: un país como Guatemala, con tantas carencias y también con gastos inflados o innecesarios de fondos, debe aceptar y facilitar cualquier donativo para dar servicio necesario a la población, sobre todo la necesitada. No es así, y esa es una de las causas del atraso nacional. El doctor Francisco José Coma, ministro de Salud y exministro de Hospitales, tiene la oportunidad de librar al gobierno de una nueva andanada de críticas como consecuencia del atraso en autorizar la terminación de un pozo mecánico donado por la iniciativa privada, necesario para obtener agua potable y evitar el pago de 40 mil quetzales mensuales a una empresa para obtenerla. La actitud gubernamental ha cambiado desde hace algunas semanas.

El sacerdote Antonio Grech, de la vicaría apostólica de Izabal, envió un video para explicar el asunto. Hace algún tiempo, con la ayuda del padre Mario, ambos de la vicaría de Izabal, y del padre Carlos Rodríguez, quien trabaja en La Antigua, formaron el grupo musical Ángeles Guardianes, con la ayuda del cantante Francisco Páez y el odontólogo Stuardo Mata. Los jóvenes integrantes lograron recolectar 200 mil quetzales y se decidió colaborar con el hospital de Puerto Barrios, en virtual abandono como casi todos los del país, para permitir la realización de diálisis, cuyo precio quedaría en 193 quetzales, en lugar de 1,200. Para realizar esta acción de ayuda para personas sin recursos, se unieron con entusiasmo varias entidades de la iniciativa privada.

Una de ellas, Perenco, ofreció la obra gris. Otra, la Fundación Amor, también se ha involucrado. Con una donación adicional se logró iniciar la construcción de un pozo para darle agua potable y ahorrar la suma indicada arriba. El doctor Coma, cuando era viceministro de Hospitales colaboró sin problemas, pero a partir de su nombramiento la autorización se ha detenido y se está a punto de perder muchos de los objetos obtenidos con las donaciones. El servicio del agua ha sido prestado por la empresa Mitro, contratada también para dar agua al hospital capitalino San Juan de Dios, sin saberse por qué fue escogida. Pero ese es otro tema. Para ajuste de penas, la ambulancia utilizada para llevar enfermos necesitados a la capital para las diálisis sufrió un accidente y quedó destruida.

Al conocer todos estos datos, es muy posible ver la causa del atraso en presiones relacionadas con la empresa Mitro, entidad no guatemalteca dedicada a ese trabajo en varios países. Esta conclusión se origina por los tantos ejemplos de casos similares en este gobierno, lo cual ningún funcionario puede discutir ni negar. Se ha dicho una verdad numerosas veces: la corrupción está directamente relacionada con la muerte de muchas personas, por lo cual es necesario y conveniente para el gobierno estudiar por qué causas está atrasada una decisión solo necesitada de una firma final, luego de numerosos viajes y reuniones realizados por los sacerdotes relacionados con esa obra. En Izabal, ya el rechazo e indignación crecen entre varios grupos sociales del departamento.

El hospital tiene el nombre Japón-Guatemala, por ser este país asiático la fuente de numerosos ejemplos de colaboración. Por la vía diplomática se pueden hacer gestiones con el ministro Pedro Brolo, con la esperanza de obtener un resultado rápido, reducido a los pocos segundos necesarios para lograr la firma de quien le toque hacerlo. Para finalizar, en el video circulante por las redes sociales, el padre Grech, con una veintena o más de ejercer su apostolado en Izabal, empleando voz serena y firme, viendo a la cámara, dice: “Exigimos al doctor Coma que se ponga la mano en la conciencia y actúe a favor de la donación, la más grande recibida por este hospital en tantos años”. Me uno a esa exigencia, como seguramente lo hacen los guatemaltecos sorprendidos por esta situación.