Ahora la atención se centra en que, 10 años antes de la denuncia, ya había correos de Gates coqueteando con sus empleadas.
Según se reveló en varios medios, ejecutivos de esa compañía tuvieron acceso a correos de Gates en 2007 en los que se le insinuaba a una de sus trabajadoras mientras era presidente de consejo.
Los ejecutivos cuentan que se vieron obligados a pedirle al empresario que “parara la mano”, y que no fue denunciado porque la trabajadora nunca se quejó.
Aunque ellos creen que los mensaje “no eran abiertamente sexuales”, sí eran bastante “coquetos”.
La portavoz de Bill Gates siempre ha negado las acusaciones tachándolos de “rumores reciclados” y sin fundamento, según una publicación de El Confidencial.
Según la publicación, los directivos actuales de la empresa dicen que dichos comportamientos siempre se manejaron en forma adecuada. Eso sí, reconocen que “eran otros tiempos” y que ahora los protocolos han cambiando, principalmente con el movimiento #MeToo.
