Salud

Por qué la tuberculosis sigue afectando a miles de guatemaltecos y cuándo podría desaparecer

La tuberculosis es una enfermedad que ha estado presente por siglos y que aún persiste en Guatemala y el mundo.

La tuberculosis afecta casi a cualquier edad y aunque es una enfermedad curable para agunos representa un peligro. (Foto Prensa Libre: Vlada Karpovich/Pexels)

La eliminación de tuberculosis (TB) para 2030 es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que se han vuelto un reto con una pandemia de por medio.

La enfermedad es una de las más antiguas que existen.  Los principales síntomas en la tuberculosis pulmonar aparecen con el exceso de tos, flemas con sangre, sudoración, escalofríos, fatigas, dolores de pecho, y también, pérdida de peso. Esta enfermedad sigue siendo una crisis de salud pública y una amenaza para la seguridad sanitaria.

"Ha sido, muy probablemente, la enfermedad que más daño ha causado a la especie humana a lo largo de toda su historia, daño contabilizado en número de enfermos y en número de muertes. Por ello, la posibilidad de erradicarla ha sido un sueño legítimo perseguido por el hombre desde hace muchísimos años. Un sueño, por lo tanto, muy antiguo, pero que todavía está muy lejos de poder conseguirse", escribía el médico canario José A. Caminero Luna, en 2006.

"La tuberculosis ha tenido un gran costo en la vida de los seres humanos. En el mundo en promedio más de ocho millones de casos nuevos al año y casi tres millones mueren debido a ella", describe Paula Figueroa, médica infectóloga del Hospital general de enfermedades, del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social y representante de la organización ante el Programa nacional de tuberculosis y del Comité de tuberculosis drogoresistente.

Usualmente entre los 20 y 49 años es cuando se ve esta enfermedad con más frecuencia en Guatemala, la mayoría de infectados son hombres, dice la infectóloga. Esta edad es regularmente la más productiva.

Por su parte, el médico neumólogo Juan José del Cid, de la Liga de la Tuberculosis, comenta que para Guatemala y el mundo desaparecer la enfermedad es un reto difícil a tan corto plazo, por ciertos factores como los niveles de pobreza que se tienen porque se tienen que mejorar condiciones, explica.

"Por lo regular en promedio se tenían 22 casos por cada 100 mil habitantes y los últimos años ha aumentado a 26 pacientes por este número de población", dice Hibeb Silvestre, coordinadora del Programa de Tuberculosis en el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social.

"El aumento de casos en el mundo es un fenómeno presente y por ahora nos centramos en el diagnóstico y en disminuir la mortalidad... también nos enfocamos en prevención", explica Silvestre.

¿Qué es la tuberculosis y cuáles son sus síntomas?

La tuberculosis no siempre afecta los pulmones, a veces se confunde con neumonía, cáncer, hongos u otras enfermedades, "en Guatemala que es altamente endémico no deberías de dejar de descartarlo desde el principio", agrega Figueroa.

Un porcentaje de personas con enfermedades de riesgo crónica o infecciones y que tienen su sistema de defensas bajo como una diabetes mal controlada, artritis  reumatoidea, lupus o VIH podrían estar en más riesgo y desarrollar la enfermedad en otras partes del cuerpo, aunque es importante aclarar que cualquier persona podría contagiarse incluso quienes están sanos por completo, dicen los expertos.

Entre las maneras de prevenir esta enfermedad consiste en conocerla para tomar acciones en cuanto aparece un síntoma. En grupos de riesgos o personal de salud el ideal es hacer pruebas con cierta frecuencia y existen tratamientos preventivos para ellos.

Otra medida preventiva en la población pediátrica es la vacunación para evitar que desarrollen presentaciones graves de tuberculosis. La vacuna BCG, previene la enfermedad y se coloca antes de un año de nacido. En adultos, evitar el hacinamiento también podría ser positivo para evitar el contagio.

La carga de tuberculosis en las prisiones es aproximadamente 10 veces superior a la carga de la población general (secundario al hacinamiento, el confinamiento en espacios cerrados y mal ventilados, la nutrición inadecuada, la asistencia sanitaria deficiente y la prevalencia de otros factores de riesgo para desarrollarla).

Las personas diagnosticadas en Guatemala pueden recibir tratamiento gratuito en la red hospitalaria nacional, en los centros de salud y en el IGSS, pero es importante tomarlo frente al personal de salud para asegurar que sí lo está consumiendo. "Los pacientes no pueden detenerse en ninguna toma porque podría crear resistencia a los medicamentos y alargar el tratamiento o provocar que se complique el caso", dice De Cid.

"Lo más importante es la inversión en prevención para que el país gane en no tener enfermos y así detectar la enfermedad para un tratamiento oportuno", agrega Del Cid.

Otro punto a trabajar es el apoyo de la comunidad a los pacientes, dice Silvestre, porque a veces los pacientes son discriminados y es importante recordar que solo se contagia por vía respiratoria y no por tocar algo que el paciente tuvo en sus manos. "Trabajamos en fortalecer esta parte y varios servicios de salud cuentan con psicólogos para que la persona tenga un tratamiento integral", concluye Silvestre.

ESCRITO POR:

Ingrid Reyes

Periodista de Prensa Libre especializada en periodismo de bienestar y cultura, con 18 años de experiencia. Premio Periodista Cultural 2023 por el Seminario de Cultura Mexicana y premio ESET región centroamericana al Periodismo en Seguridad Informática 2021.

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