Según un documento citado por el periódico, del que la AFP no pudo verificar la autenticidad, el dibujito infantil de la BBC forma parte de una lista de contenidos censurados por Douyin en la que también aparecen los hombres travestidos, los desnudos excesivos y “los comportamientos eróticos”.
“Peppa Pig”, que llegó a China en los años 2000, se hizo tremendamente popular gracias a los capítulos doblados al mandarín.
Pero ese fervor se intensificó a finales de 2017 entre un público de jóvenes adultos, con la multiplicación de selfis de internautas –incluidas algunas estrellas– con calcomanías de Peppa Pig. También se arrancaban de las manos los objetos derivados de la serie, como tazas, relojes o ropa con la cara de la cerdita.
“Saltar en los charcos”
El Diario del Pueblo, portavoz del Partido Comunista en el poder, denunció el jeves pasado los efectos perversos de una “comercialización” de Peppa Pig, que las estrellas de la red muestran hasta la saciedad.
“Muchos escolares intentan diferenciarse compitiendo con sus relojes y accesorios de Peppa Pig”, para beneficio de los “fabricantes de falsificaciones”, alertó la publicación.
Lea además: “Me avergüenzo de mi hijo”, la impotencia y desesperación de una madre ante su hijo problemático de 8 años
El Global Times se refería el lunes también a esta “adicción” de los niños, lo que lleva a algunos a “gruñir y saltar en los charcos”.
Otro lado oscuro del éxito de Peppa Pig: la propagación de episodios falsos, memes y parodias de humor negro o directamente pornográficas, denunciaba el enero el Global Times.
El mismo diario insistía en esa idea el lunes, al señalar que el inocente chanchito “se convirtió en un ícono para la subcultura” de una juventud “hostil a los valores de la cultura dominante, a menudo poco educada y sin trabajo estable”, “ociosa”, “en las antípodas de la juventud que desea cultivar el Partido”.
Peppa Pig “dio un giro subversivo” y su popularidad “viral” ilustra “una sed de novedades y de sátira susceptible de perjudicar la moral de la sociedad”, afirma el Global Times.
Este nuevo apretón de tuercas se inscribe en la ola de represión lanzada por el régimen comunista para librar a internet de todo contenido que se desvíe de los “valores centrales del socialismo” y critique las normas sociales establecidas.
El grupo Bytedance, administrador de Douyin, fue señalado en abril por su agregador de contenidos de actualidad Toutiao, sancionado por haber permitido a sus usuarios intercambiar bromas picantes.
Toutiao prometió entonces aumentar hasta 10 mil el número de censores en sus filas.
CONTENIDO RELACIONADO