Siete meses después de adquirir Motorola, empresa que inventó el teléfono móvil, por US$12 mil 500 millones, se está trabajando en un terminal que según esta misma fuente podría contar con pantalla capaz de doblarse, una característica que hasta ahora últimamente había presentado, en prototipos, Samsung. Uno de los aspectos que también se pretende potenciar es la cámara de fotos, no solo para almacenar momentos, sino también para aplicaciones basadas en localización y edición de imágenes.
Dennis Woodside, exejecutivo de ventas de Motorola, explicó al medio financiero que ya se ha creado un equipo liderado por Lior Ron, originariamente en el equipo de mapas, para desarrollar un móvil puntero. “Se trata de hacer algo muy diferente, al margen de cómo se ha pensado hasta ahora”, expuso.
Android ya tiene más cuota de mercado de móviles inteligentes que Apple, pero Google ha perdido relevancia en el dominio de los aparatos. Samsung cuenta con el 40.3 por ciento, HTC un 6.9 por ciento, Sony el 6.4 por ciento, mientras que Motorola se tiene que conformar con el 4 por ciento según datos de IDC.
Este no es el primer intento de Google por hacerse con el dominio de la telefonía. De hecho, el primero de los móviles con Android, aunque lo fabricó HTC, se comercializó sin marca. Después llegaron los Nexus. El primero de nuevo de HTC. El siguiente fue de Samsung. Se trata de sus aparatos de bandera, móviles de altas prestaciones que estrenan versión del sistema operativo y que suelen subir un peldaño. Ante la llegada de un nuevo Nexus, el mercado reacciona renovando su gama.
La última actualización de Nexus ha sido especialmente brillante y polémica a la vez. Dos tabletas y un móvil con precios ajustados y un hardware difícilmente superable. Nexus 7, fabricado por ASUS, es la que sale mejor parada. A partir 199 euros se puede adquirir un hardware impecable y robusto. Sin embargo, Nexus 10 de Samsung, también tableta, acaba de quedarse sin suministro. Más sangrante es el caso de Nexus 4, un móvil a partir de 299 euros, hecho por LG, cuyas unidades se vendieron en pocas horas. En Reino Unido Google llegó a pedir disculpas por retrasar la entrega más de seis semanas. En el resto de países prefieren no dar información al respecto.
Este puede ser otro de los motivos por los que Google ha decidido tomar las riendas de Motorola pronto, para evitar depender de otros para el suministro y dejar así de decepcionar a los potenciales clientes.