21.12.12
Y no es en la fecha en lo que me pronuncio. Es la facilidad en que las personas somos influenciadas y manipuladas sin fundamentos serios. Peor aún, es preocupante la creciente influencia del poder mediático masivo en la población global. Los “mayas” tuvieron sus 15 minutos de gloria este año, desafortunadamente por este gran circo mediático del 21.12.12. El término del calendario maya ha sido ya explicado por académicos y expertos debidamente acreditados.
Cabe preguntarnos, eso sí, cómo una ambigua profecía con dudosa argumentación (como la del fin del mundo) puede haber llamado tanto la atención y fue capaz de crear sentimientos de angustia, e incluso cambiar el comportamiento de una gran parte de la población mundial, mientras teorías robustas, consensuadas por la comunidad científica internacional, con evidencia desde diversas perspectivas (patrones migratorios de especies animales, salinización del agua, deshielo anormal en el ártico, temperaturas globales al alza, shocks ambientales atípicos, etc.), con evidente presencia en los ecosistemas mundiales y en la percepción individual, han sido ignoradas, obviadas e incluso irresponsablemente negadas por quienes ven afectados sus intereses, utilizando el poder mediático para minimizar la gravedad del problema.
El cambio climático y sus consecuencias irreversibles son probablemente el problema global que más debiera preocuparnos como humanidad en todo nivel. No son los cambios de temperatura en sí los que llaman la atención a la comunidad científica, es la rapidez en que están ocurriendo que no permitirá a muchas especies adaptarse a un ritmo sostenible. Argumentos como: “No es nada nuevo, pues la tierra se ha calentado siempre”, “las especies se adaptan”, “son teorías de eco-histéricos/as” o “no podemos hacer nada al respecto” varían desde la ingenuidad e ignorancia, rayando hasta en la estupidez, al igual que los argumentos usados para manipular a tanto individuo de que el mundo terminaría hoy.
Si usted se angustió—aunque sea mínimamente— porque hoy fuera a terminarse el mundo, tal vez debiera revisar sus fuentes de influencia externa. Existen razones y argumentos mucho más serios, mucho más robustos y mucho mejor investigados y documentados que la farsa mediática que le vendieron del supuesto Apocalipsis Maya. Las razones y los argumentos por los que hoy el mundo no terminó son tan serios y robustos como las razones por las que el planeta está en serios peligros de verse amenazado en su sostenibilidad hacia diversas especies, incluyendo el statu quo humano.