¿De qué tienen miedo?
Los ciudadanos se presentaron puntualmente a la cita. Al igual que en junio del 2013, cuando hablaron con el presidente Pérez, llegaron acompañados de medios de comunicación independientes. Condicionan su participación en la mesa de diálogo a la presencia de estos medios porque lo documentado sería su única prueba de lo que suceda en esas reuniones; y porque a ellos los filman las cámaras oficiales. El 9 de abril 2014, los mineros intentaron meter maquinaria a la fuerza, apoyados por fuerzas policiales. Hoy, ocho miembros de la Resistencia —entre ellos Yolanda Oquelí— enfrentan procesos legales; tres más fueron condenados recientemente a nueve años de prisión y a pagar Q22,500 a cada uno de los tres supuestos exmineros que demandaron, por daño sicológico y pérdida de trabajo.
Esta vez decidieron acudir a la cita porque en la reunión previa con el presidente de la República se les dijo que si podían probar que había algo malo con el estudio de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) cancelarían la licencia. ¡La gente de la Resistencia les creyó! Así que buscaron la asesoría de otro experto independiente, pues ya habían tenido uno. Encontraron a un doctor en Hidrogeología —que ha trabajado en minas de oro alrededor del mundo durante más de 40 años, para empresas mineras, el Gobierno de los Estados Unidos y otros países, el Banco Mundial, ONG y grupos indígenas de todos los continentes—, quien aceptó revisar el EIA y visitar el área. Los representantes de la Resistencia acudieron a la reunión de alto nivel, además, con un experto en minería metálica moderna que ha servido como testigo especializado en juicios penales sobre el tema, en varios países. Pero cuando se les permitió entrar —hora y media más tarde de la hora convenida— ¡algo! hizo que los funcionarios impidieran la entrada de los medios de comunicación, por lo que las y los líderes de la Resistencia decidieron no entrar. El análisis que el Dr. R. Morán no pudo entregar a los funcionarios del gobierno contiene hallazgos sobre el EIA que confirman los peores temores de la gente de la Puya: “En los más de 42 años que tengo de experiencia profesional en hidrogeología y geoquímica, que abarca cientos de minas en todo el mundo, el estudio de evaluación de impacto ambiental de El Progreso VII Derivada es el de peor calidad que he revisado”.
¿Cómo se sentiría usted si viviera en una de las regiones más secas y sísmicas del país, y supiera que llega una compañía minera a empezar a explotar los recursos auríferos y por lo tanto arruinar el ambiente en su vecindario?
Doy testimonio de que los representantes de la Resistencia de la Puya llegaron a la cita de “alto nivel” con el ánimo de dialogar pacíficamente, armados de argumentos y una inconcebible confianza. Creo que los funcionarios no les recibieron por temor a ser puestos en evidencia.