Guatemala

Guatemala investigará caso de infecciones intencionadas

El presidente Álvaro Colom ordenó que se integre una comisión que investigue los experimentos médicos que Estados Unidos desarrolló, entre 1946 y 1948, con más de mil guatemaltecos a quienes inoculó enfermedades venéreas sin su consentimiento. Confirmó además que su homólogo Barack Obama le presentó, vía telefónica, disculpas por lo sucedido en el pasado.

Alvaro Colom, presidente de Guatemala. (Foto Prensa Libre: Esbin García)

Alvaro Colom, presidente de Guatemala. (Foto Prensa Libre: Esbin García)

Los ministerios que tendrán parte en la comisión son Gobernación, Salud y Defensa, los cuales deben buscar y conservar los documentos que contengan información sobre las prácticas “espeluznates” de Estados Unidos.

En entrevista con CNN, Colom dijo que él participará en la comisión y se refirió al suceso como “una violación a los derechos humanos que no prescribe” y un  “crimen de lesa humanidad”.

El presidente señaló que nunca había escuchado algo así y que la noticia lo tomó por sorpresa. Analizará además si procede pedir una indemnización por los daños cometidos.

Mientras Guatemala habla accionar y “engaño”, Estados Unidos investiga si hubo “complicidad” por parte del gobierno de ese entonces, presidido por Juan José Arévalo Bermejo.

El presidente estadounidense, Barack Obama, se disculpó con Colom mediante una llamada telefónica. También se comunicaron con él, Hillary Clinton, secretaria de Estado, y el embajador Stephen McFarland.

Sobre la comunicación con Clinton, Colom recordó que hablaron extensamente y que ella manifestó vergüenza y estupor por lo que ha trascendido. (Vea la declaración conjunta de la secretaria de Estado, Hillary Rodham Clinton, y la secretaria de Salud y Servicios Sociales, Kathleen Sebelius).

El suceso

Susan Reverby, una investigadora de la Universisdad Wellesley, descubrió que entre 1946 y 1948 se inoculó intencionalmente a cerca 700 personas con sífilis y gonorrea. Las personas seleccionadas para el experimento eran prostitutas, soldados y enfermos mentales. El objetivo era establecer si la penicilina podía parar que la enfermedad se extendiera por el organismo en las primeras etapas del contagio.

“Se llevaba a los pacientes con prostitutas infectadas y por inoculación directa en el órgano sexual, o en el peor de los casos se les aplicaba una inyección en la médula espinal”, revela la investigación de Reverby.

El equipo, dirigido por el médico John Cutler, alentaba a los pacientes a que sostuvieran relaciones sexuales, para propagar el mal. No existe ningún tipo de informe sobre las conclusiones del experimento, aunque sí hay algunos datos personales de los pacientes y cuadros médicos que permiten determinar que hubo al menos un fallecido, por ataque epiléctico.

Al respecto Colom dijo que la comisión deberá buscar a los pacientes, determinar que pasó con ellos si en caso ya fallecieron y diagnosticar también a los descendientes.