Las familias viven en la selva del lado mexicano en una zona limítrofe con Guatemala luego que la semana última fueran desalojados por el Ejército guatemalteco en cumplimiento de una orden judicial para recuperar áreas protegidas
Los agraviados manifiestan que no tienen vínculos con el narcotráfico en Petén como lo asegura el Gobierno guatemalteco y en cambio acusan a las autoridades de emplear la fuerza en su contra al destruir sus viviendas en la comunidad Nueva Esperanza, La Libertad, Petén, el mismo municipio donde en mayo murieron 27 campesinos a manos de narcotraficantes.
Serafín dijo que por lo pronto ofrecerán protección a los guatemaltecos y serán ellos quienes decidan su futuro.
El gobernador de Petén, Rudel Álvarez, defiende el operativo para desalojar a las familias a quienes sindicó que invadir la selva para que el narcotráfico y crimen organizado pueda operar.