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El plan era salir de Cuba en un bote pequeño, que ellos construyeron, con motor menor. Luego, pasar por una de las islas Caimán en el Caribe para reabastecerse de alimentos, llegar a Honduras, cruzar Guatemala y México, y llegar a EE. UU.
Sin embargo, naufragaron en el Caribe y fueron rescatados por un buque de carga con bandera de Tanzania, capitaneado por un hondureño, que transporta carga entre México y Guatemala.
Los cubanos permanecieron cuatro días a la deriva, según relataron a Prensa Libre por teléfono, cuando esa nave los llevaba a la bahía de Amatique, Izabal.
De ese punto, la marina nacional los transportó al puerto Santo Tomás de Castilla, Izabal. Anoche iban a ser trasladados a la Dirección General de Migración, en la capital, para ser identificados.
VIDA DIFÍCIL
“Salimos de Cuba por la situación económica; ya es muy incómodo vivir allá. Tampoco queremos quedarnos en Honduras o Guatemala, pero lo que no queremos es regresar a Cuba”, expresó uno de los cubanos, que pidió no revelar su nombre.
Fredy Pichardo, después de haber comentado que trabajan en “la cooperativa”, donde no solo tienen sueldos bajos sino que pasan hasta cinco meses sin pago, también describió parte de la travesía.
Después de salir de Cuba, hicieron una parada por la isla Caimán Brack, donde repararon su bote porque habían chocado contra un arrecife, relató Pichardo.
Agregó que después tuvieron que parar de emergencia en la isla Caimán Grande, debido al mal clima. En ambos sitios, comentó, la gente los ayudó con carne enlatada y bebidas embotelladas.
Según las autoridades migratorias, la embarcación que los rescató provenía de México, versión que fue negada por los cubanos.
