Guatemala

“Se requiere diálogo para dar soluciones”

Los abogados Adolfo Alarcón, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), y Diego Montenegro, del Instituto de Análisis e Investigación de los Problemas Nacionales (Ipnusac), coincidieron en el programa Diálogo Libre, que se transmite a través de www.prensalibre.com.gt, que el Ejército no es la opción para acabar con la inseguridad y, por el contrario, es necesario fortalecer a la Policía Nacional Civil (PNC), además de que el Gobierno debe convocar a un diálogo para encontrar soluciones integrales.

Diego montenegro, del Ipnusac, y Adolfo Alarcón, de Asíes, señalan la necesidad de convocar a un diálogo nacional para definir un plan de seguridad nacional, al afirmar que este es un problema que debe ser resuelto por todos los sectores.

Diego montenegro, del Ipnusac, y Adolfo Alarcón, de Asíes, señalan la necesidad de convocar a un diálogo nacional para definir un plan de seguridad nacional, al afirmar que este es un problema que debe ser resuelto por todos los sectores.

¿Cómo repercuten en la población los hechos violentos donde atacan a policías?

Alarcón: Lo que falló y ha estado fallando en el transporte de reos es el protocolo de seguridad. Es inaceptable que se embosque de una manera tan fácil a un convoy del Sistema Penitenciario, cuando ellos deben anticiparse y programar la ruta más idónea.

Montenegro: Fueron dos encuentros fuertes los de hoy —ayer—. Nos damos cuenta de que el crimen organizado está atacando al país y no tiene límites. Esta situación generó un caos vehicular y un desequilibrio en la sociedad. Escuché al presidente —Otto Pérez— decir: “No nos van a intimidar”. Pero ¿qué pasa con los policías? Ellos también tienen familia, están mal pagados, no tienen capacitación, carecen de equipo y, para acabar, los están matando. Eso obviamente desequilibra a todos.

¿Por qué ocurren estos hechos de alto impacto?

Montenegro: Hay que ver el tema de organización de la PNC. Los agentes no tienen opciones de superación y la Academia —de la Policía— no se ha fortalecido como se esperaba.

El sistema policial está colapsando, unos aliados al crimen organizado, y a los otros los están matando. ¿Quién realmente va a soñar en convertirse en policía si sucede esto? Y peor aún, ¿quién va a querer confiar en la Policía si ve lo que está pasando?

¿Pero se ha impulsado una reforma policial?

Alarcón: El problema es que se creó la institucionalidad de la reforma y existe un marco legal; sin embargo, sigue sin ser implementada como lo manda la ley.

Seguimos viendo a una Policía reactiva, que reacciona solo cuando los hechos ya sucedieron. Los mensajes son claros: la criminalidad no tiene miedo de enfrentarse a la Policía.

Se requiere mejorar la inteligencia civil. De nada sirve llenar de policías las calles del país si los van a emboscar. Necesitamos organizarnos y buscar una solución.

Viendo esto, ¿sorprende que el presidente Pérez Molina haya dicho que ya sabían que habría un ataque?

Montenegro: Sí sorprende, porque si se sabe que habrá un ataque, lo que se tendría que hacer es prevenir, no dejar que suceda. El Estado ha desatendido a la Policía, no han querido fortalecerla, y es más reactiva que preventiva.

Le están apostando a cantidad, y no a la calidad. Le están apostando a que el Ejército defienda, pero ello solo puede ser a corto plazo, mientras que la ciudadanía busca una solución a largo plazo.

¿Alertan estos ataques al país?

Alarcón: Claro que sí. Hay un grave problema de inteligencia y profesionalización dentro de la PNC, pero no se debe perder de vista que es un problema de nación, y para solucionarlo tienen que participar todos. El Gobierno tiene que fomentarlo.

Hay sectores que claman por la participación del Ejército, ¿cómo lo ven?

Montenegro: Es subjetivo; sacar al Ejército no es algo nuevo, pero este no está capacitado para esta situación. Creo que es la misma desesperación de la población, porque quiere seguridad, pero el Ejército no tiene una varita mágica para solucionar el problema, tiene que ser a través de un plan integral.

Al final, para el crimen organizado el Ejército no será un disuasivo, solo será la punta del arco a donde deben dirigir ahora los ataques. Lo que se requiere es un diálogo para buscar soluciones integrales.

¿Quién convocaría?

Montenegro: Esta es la pregunta del millón. El Gobierno tiene que dar el banderazo de salida, pero todos tenemos que participar, porque la inseguridad afecta a todos los sectores, afecta a la economía, a la producción y a la salud mental de las personas.

Atacar la inseguridad es un pulso que lo ganamos en la tumba o nos ponemos a trabajar más.

¿Cómo evalúan la inseguridad en los autobuses de transporte colectivo?

Alarcón: Vemos que las extorsiones al transporte público se salieron de control. Los ataques en lo que va del año demuestran que las fuerzas de seguridad no son capaces de frenar estos hechos.

Y peor aún, el subsidio que se les ha entregado, de Q1 mil millones a Q1 mil 500 millones en 10 o 12 años, y las personas se siguen transportando entre inseguridad, en buses chatarras, con pilotos que les alquilan a los dueños de los buses, quienes son los que reciben el subsidio y no les interesa la calidad.

¿Sería efectivo un nuevo sistema como el Transmetro?

Montenegro: Sí, pero todo tiene que ir acompañado de capacitación, incluso, sería necesario que el Estado pueda tomar el tema en sus manos, aunque sea de manera temporal, en lo que se logra solucionar un poco el problema que afecta ahora.