Durante las audiencias de apertura a juicio, los abogados defensores de los dos militares, trataron de desvanecer toda implicación de estos en los hechos.
El abogado de Ríos Montt buscó desvanecer las pruebas aportadas en su contra, el abogado de Rodríguez pidió el sobreseimiento (desistir de la pretensión) a su favor.
César Calderón, abogado de Rodríguez, argumentó que el puesto que su defendido desempeñaba era administrativo, “por lo que no participaba de la cadena de mando” y tampoco estuvo en el lugar de los hechos, dijo. Sánchez era director de Inteligencia G-2.
La defensa de Ríos Montt argumentó que el ex jefe de Estado no fue informado de las masacres que ocurrieron en el Triángulo Ixil durante su gobierno, de 1982 a 1983.
Pruebas aceptadas
La Fiscalía presentará 68 peritos, entre ellos el analista Héctor Rosada, así como la autora del libro Linaje y racismo, Marta Lidia Cazaús Arzú, quien hablará sobre el racismo.
Con ese tipo de pruebas la Fiscalía pretende demostrar la participación de Ríos Montt y Rodríguez Sánchez como autores intelectuales de las matanzas de 1 mil 771 indígenas ixiles perpetradas por el Ejército entre marzo de 1982 y agosto de 1983.
El juez rechazó cuatro peritos que tenía previsto presentar Ríos Montt, por improcedentes.
Con información de Hugo Alvarado