Si la crisis económica había golpeado al sector turístico, la inhabilitación de este balneario en estos seis meses reveló que las Fuentes Georginas son el referente turístico que el visitante pide para venir a Xelajú, refirió Juan José Girón, presidente del CAT.
Siete excursiones de turistas nacionales y extranjeros se cancelaron, debido a que la tormenta sepultó varias áreas del complejo turístico en Zunil.
“Los hoteles, los operadores de turismo, las escuelas de español y los pequeños empresarios; todos han sido afectados”, afirmó Girón.
Como alternativa, al turista le ofrecieron opciones como Aguas Amargas, baños de vapor, baños termales en San Carlos Sija y Totonicapán; sin embargo, los visitantes no llegaron, comentó con desconsuelo Patrick Vercoutere, propietario de Adrenalina Tours y presidente de filial de la Camtur.
En agosto, el turismo salvadoreño canceló sus visitas a Quetzaltenango, y en septiembre, los empresarios esperaban que la Feria de Independencia fuera una buena época, pero fue todo lo contrario. Girón y Vercoutere coincidieron en que la feria dejó de ser un atractivo para el turista.
Representantes de la Camtur y el CAT calculan que unas 30 mil personas dejaron de visitar Quetzaltenango en los últimos cinco meses por el cierre del balneario.
Inguat condiciona apertura
La reapertura de Fuentes Geoginas está prevista para los primeros días de enero; sin embargo, tras una visita de control, los inspectores del Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat) que avalaron la reconstrucción explicaron que la carretera es un riesgo para los visitantes, ya que hay varios tramos con cortes, hundimientos y rellenos.
Julio Xicay, administrador del balneario y alcalde de Zunil, dijo que la reconstrucción fue difícil, debido a que los daños en la carretera impedían que la maquinaria llegara a descombrar el área.
Agregó que se gestionó un préstamo, del que a la fecha se han gastado Q650 mil en reconstruir las piscinas, edificar nuevos vestidores, reparar el restaurante, descombrar la ruta, habilitar los accesos y el sueldo de los seis empleados.
El Inguat firmó un convenio con el CAT para reconstruir el lugar por Q810 mil, pero hasta ahora los fondos no han sido desembolsados.