Ahora tienen frente a ellas un gran reto: demostrar que la habilidad administrativa propia de las mujeres las ayuda en su gestión al frente de estas alcaldías, con lo cual obligarían a los partidos a abrir más espacios de participación, y a los ciudadanos, a escuchar más estas voces.

Hace falta

Resulta paradójico que, pese a que el padrón electoral aumentó en número de mujeres aptas para votar, la cantidad de candidatas no reflejó inclusión por parte de las organizaciones.

Cierto es que en el 2007 las féminas ganaron seis alcaldías y esta vez obtuvieron una más.

En el caso de las aspirantes indígenas no hubo avance. Ortencia Simón, dirigente de la organización Moloj, explicó que en este proceso ellas acompañaron el trabajo de 19 candidatas de diversos partidos, pero ninguna fue electa. “Ha sido difícil, pues la sociedad todavía no está del todo preparada para aceptar mujeres dirigentes”, afirmó.

Del período anterior, solo una fue reelecta: Edilma Navarijo, en la Alcaldía de Ocós, San Marcos.

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Masagua, Escuintla
“Nos cuesta el doble”

Blanca Odilia Alfaro de Nájera, de 40 años, es abogada y notaria, con una maestría en Derecho Penal y un doctorado en Filosofía. Tiene amplia experiencia académica y laboral.
Satisfecha con su triunfo de la mano del Partido Patriota, Alfaro afirmó que en 50 años Escuintla no había tenido una alcaldesa en uno de sus 13 municipios. “Me siento muy honrada, pues obtuve el 53 por ciento de votos”, dijo.
Una de las motivaciones para lanzarse a la política fue el ejemplo de su padre, Marco Augusto Alfaro Lemus, quien fuera alcalde del mismo municipio de 1988 al 2003.
Alfaro refirió que parte del éxito para ganar la elección se debió a que ofreció transparentar el uso de los recursos municipales y resaltar que los funcionarios están al servicio del pueblo.
Uno de los proyectos de la nueva alcaldesa es fortalecer la calidad educativa local, que se ha estancado en los últimos años.
En su caso, hasta el momento los obstáculos por este logro persisten. Manifestó que ha sido objeto de amenazas de muerte. Además, hizo la denuncia, antes de los comicios, de más de tres mil cédulas falsas. Fue objeto de campañas negras en donde se le acusaba hasta de prostitución por el hecho de participar en la política.
Alfaro de Nájera es madre de dos hijos y por ello expuso: “A las mujeres nos cuesta doblemente conseguir las cosas, por nuestra condición de mujeres, pero cuando las conseguimos, las cuidamos más”.

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San Juan Bautista, Suchitepéquez
“Se necesita voluntad y corazón”

Cuando Rubidia Ávalos Ajú se enteró de su triunfo en la Alcaldía de San Juan Bautista, Suchitepéquez, a las 3.30 horas, salió emocionada de su casa y en la sede local de su partido bailaron hasta el amanecer.
Ávalos tiene 40 años y cinco hijos. Enviudó de Alfonso Mis, quien fue electo alcalde del referido municipio en el anterior período, lo cual no pudo concluir por una enfermedad terminal.
Ella atribuye parte de su triunfo a la buena labor ejercida entonces por su esposo. “Trabajó muy duro en los dos años de gestión”, afirmó. Terminó la carretera hacia Patulul e hizo un campo de futbol, cosas que no se habían hecho en 20 años.
Ávalos participó en estos comicios con la coalición de la Unidad Nacional del la Esperanza y la Gran Alianza Nacional. Recorrió a pie cada comunidad y fue de casa en casa.
Por aparte, afirmó que coordina desde hace un tiempo un proyecto para ayudar a más de 600 niños y jóvenes de su comunidad, con el cual ha logrado mejorar las condiciones de ellos y sus madres.
Aseguró que se enfocará en dos aspectos: manejar fondos con transparencia y tomar en cuenta propuestas de las comunidades.
Si bien para ella no fue fácil convencerlos de su capacidad —solo cursó sexto grado de primaria—, las reuniones con líderes y proyectos funcionaron.
“Para ser un buen alcalde en esta comunidad no se necesita de nivel académico ni dinero, simplemente buen corazón y mucha voluntad para trabajar”, dijo.

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La Unión, Zacapa
“Quiero mejorar el ornato del municipio”

Marianela Cordón de Sosa, 50 años, se siente muy orgullosa de ser la primera mujer en su municipio y departamento en ganar la alcaldía. Postulada por el Partido Patriota, ganó la elección con cuatro mil 415 votos frente a cuatro candidatos, incluido el actual jefe edil.
Parte de las razones de su éxito lo atribuye al servicio social que implementó cuando su esposo, Daniel Sosa, fue alcalde de ese municipio, del 2000 al 2004.
Es maestra de educación primaria, madre de seis hijos y administra una finca de café. Atribuye su éxito a haber compartido desde su juventud con los campesinos. “Confiaron en la seño Marianela”, dijo. Contó que en la elección pasada perdió por 400 votos, pero ahora sí se entregó y uno de sus planes es mejorar el ornato de La Unión. Afirmó que sufrió muchas intimidaciones durante la campaña. “Siempre estuve de la mano de Dios”, expresó.

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El Asintal, Retalhuleu
“Participé en memoria de mi esposo”

Élida Galindo, postulada por la coalición de la Unidad Nacional del la Esperanza y la Gran Alianza Nacional, ganó la Alcaldía de El Asintal, Retalhuleu, frente a 12 contendientes.
Más conocida como doña Loyda, a los 44 años es madre de tres hijos, docente y viuda de Albinci Barrios, quien fue alcalde del referido municipio en el período anterior. Fue asesinado al año y dos meses de gestión.
Varios pobladores le pidieron que se postulara. “Decidí participar en memoria de mi esposo. El pueblo lo vio con buenos ojos y eso llena el vacío que mi corazón tenía”, confesó.
Su triunfo lo atribuye a una campaña honesta y sincera. De los planes durante su gestión piensa impulsar proyectos de infraestructura, agua y una planta de tratamiento de aguas negras.
“Las mujeres tenemos cinco veces más capacidad que el hombre para dirigir”, expresó.

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San Benito, Petén
“Tenemos las mismas capacidades”

Con 34 años, Sonia Rivera de Pleitez ganó la Alcaldía de San Benito, Petén, por el partido Libertad Democrática Renovada, con el 43 por ciento de votos y cinco opositores. Tiene pénsum cerrado en Trabajo Social.
A su criterio, participar en política es la fórmula perfecta para ayudar a los necesitados. “Quiero hacer mucho por este pueblo”, declaró.
Atribuyó su triunfo a que las personas están cansadas de tantas promesas. Pleitez ofreció tres cosas en su plan de trabajo: agua entubada, salud y educación.
Aseguró que enfrentó campañas negras, como decir que era salvadoreña y que iba a eliminar a sus contrincantes, cosa que nunca pasó por su cabeza.
Expresó: “Estoy segura de que cualquier mujer que opte a un cargo tiene las mismas capacidades que un hombre; por ello, invito a la mujer a que participe y que caiga el miedo que nos rodea”.

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Ocós, San Marcos
Reelecta por tercer período consecutivo

Edilma Elizabeth Navarijo es la única alcaldesa reelecta para un tercer período al frente del municipio de Ocós, San Marcos, por la coalición de la Unidad Nacional del la Esperanza y la Gran Alianza Nacional.
En estos comicios, la actual alcaldesa compitió contra su único hijo, Carlos Preciado Navarijo, del partido Líder. Le ganó por una diferencia de 238 votos.
En el 2008, su gestión se vio envuelta en un escándalo cuando un hecho violento terminó con la vida de su ex esposo y la de su hijo. En el incidente también se vio involucrada su pareja, Víctor Hugo Soto, ex jefe de Investigaciones Criminales de la Policía Nacional Civil. Las pesquisas fallaron en su intento de quitarle su derecho a antejuicio.
A la alcaldesa se le ha vinculado con red de trata de ilegales y narcotráfico. Sin embargo, no hay pruebas de tales hechos. Se intentó contactar a Navarijo, pero no respondió las llamadas.

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Senahú, Alta Verapaz
“Tenemos fuerza intelectual y espiritual”

Mónica Milián de Sagastume es la primera mujer que participa para el cargo de alcadesa en el municipio de Senahú, Alta Verapaz, por Libertad Democrática Renovada. Logró ganar las elecciones frente a 12 hombres.
Actualmente Milián es concejal primera de la corporación municipal saliente. Es casada, tiene una hija y estudia Agronomía e Ingeniería Ambiental, en Río Hondo, Zacapa.
Milián expresó que se sintió segura de participar y tener ventajas para ganar la contienda por ser parte del municipio desde pequeña y por su trabajo a favor de las comunidades.
Una de las motivaciones que tuvo para participar fue ver las necesidades del municipio y la vulnerabilidad de las personas ante la prepotencia de las autoridades.
Parte de su éxito lo atribuye a que trabajó con un plan municipal que incluye a las 290 comunidades de Senahú.
Además, sus contendientes tenían desventajas al haber sido funcionarios, con el consiguiente desgaste político.
Confesó que la campaña fue agobiante y calificó de muy triste el acoso que sufrió por el hecho de ser mujer. “Ellos tienen fuerza física, pero en fuerza intelectual y espiritual estamos parejos”, dijo.