Guatemala

En tierra de nadie

Para entender la obra del escritor David Unger es necesario conocer algunos aspectos de su vida. La historia empieza en la Ciudad de Guatemala, donde nació, el 6 de noviembre de 1950.

david unger firma autógrafos en la Feria del Libro de Guadalajara celebrada el año pasado.

david unger firma autógrafos en la Feria del Libro de Guadalajara celebrada el año pasado.

Cuando estaba a punto de cumplir los cinco años, su familia decidió abandonar el país por la convulsa situación política que se vivía. Era el final de la llamada Revolución de Octubre, marcada por el derrocamiento de Jacobo Árbenz Guzmán.

“En esos tiempos mis padres tenían un restaurante que se llamaba La Casita; estaba en la 4a. avenida de la zona 1. Se hartaron de la inestabilidad política y pensaron que era mejor marcharse conmigo y mis hermanos a Estados Unidos”, cuenta. De esa forma, los Unger terminaron en Hialeah, Florida.

El autor, por ello, olvidó su lengua materna y aprendió inglés. Así que el chiquillo de apellido nada hispano pronto tuvo que adaptarse a la vida anglosajona. Aquellos episodios, sin duda, lo marcaron. “Siempre me he sentido en la tierra de nadie”, confiesa.

Pese a ello, dice que jamás ha olvidado su patria. “Guatemala me vio nacer y la añoro”, comenta con voz nostálgica durante esta entrevista vía telefónica desde Nueva York, donde actualmente reside. “Cada vez que vengo a mi país contemplo sus montañas y volcanes; me siento como el hijo pródigo”, refiere.

Sus experiencias se reflejan en su obra literaria. En primer lugar, solo escribe en inglés (los textos en español que se encuentran en el país han sido traducidos por otros), pues es el idioma que domina; el español lo volvió a aprender durante sus vacaciones juveniles en el país, cuando visitaba a sus tíos y abuelos. De ahí que tenga un acento “agringado, quizás mexicanizado”, como lo define en tono de broma.

Sus escritos tratan sobre Guatemala, su gente y sus problemas sociales y políticos. Asimismo, es frecuente que combine hechos que él ha vivido.

Primero, traductor

Antes de escribir sobre su país, luchó en EE. UU., para superarse en el ámbito académico y profesional. De esa cuenta, obtuvo una licenciatura en Literatura en la Universidad de Massachusetts y una maestría en Poesía y Traducción por la Universidad de Columbia.

Con sus conocimientos, Unger tradujo al inglés obras de escritores de la talla de Pablo Neruda, César Vallejo, Teresa Cárdenas, Mario Benedetti, Enrique Lihn y Nicanor Parra. Asimismo, ha traducido al inglés tres libros de Rigoberta Menchú: El legado secreto, La niña de Chimel y El vaso de miel.

Lenguaje sencillo y ágil

Vivir en el extranjero le ayudó a tener una visión más crítica sobre lo que acontece en Guatemala. Así nació Life in the Damn Tropics (Vivir en el maldito trópico, 2002), catalogada como una de las mejores novelas que tratan sobre el conflicto armado interno.

Pero antes de eso, en 1985, apareció Neither Caterpillar Nor Butterfly (Ni mariposa, ni oruga), con poemas que exploran la realidad de estar siempre en transformación y el sentirse incapaz de pertenecer a un lugar u otro. Luego lanzó Ni chicha, ni limonada (F&G Editores, 2009).

Su narrativa llegó de nuevo en el 2011 con The Price of Scape (El precio de la fuga), una obra que se desarrolla en la Guatemala de la década de 1930. También el año pasado publicó Para mí, eres divina, el cual presentó en la reciente Feria del Libro de Guadalajara, una actividad del cual Unger fue el representante de EE. UU. Este trata sobre Olivia, una chica soñadora que vive en una plantación de café y logra ingresar en un internado en Antigua Guatemala. “Espero que algún día pueda ser traducida al k’iche’ o al kaqchikel, pues es un libro muy guatemalteco”, comenta Unger.

La obra de este autor guatemalteco-estadounidense contiene un lenguaje sencillo y ágil que envuelve por completo al lector. Sin duda, una buena recomendación.

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