El destino lo tenía todo preparado. Nací en un ambiente musical y el estudio lo tenía en la casa. Me enamoré de la música de manera natural.
¿Cuál es el gran enemigo de la juventud en Guatemala?
Los jóvenes viven muchas cosas adversas hoy en día. Siento que Guatemala no ha desarrollado mucho en educación, sobre todo en la provincia. Incluso me atrevería a decir que falta apoyo para quienes desean estudiar aquí o en el extranjero.
¿Qué situación le preocupa más?
Me preocupa la violencia, ya que es indignante tener que subir los vidrios del carro en los semáforos para evitar asaltos. Tuve la oportunidad de viajar a Bucarest, Rumania, y allí los jóvenes estaban en los parques hasta la medianoche, sin problemas. He conocido lugares con una baja tasa de criminalidad, y todo es bonito, cómodo y respetuoso.
¿Quién lo ha apoyado más?
Mis padres; también amigos y gente que he conocido, pero es Dios quien me ha concedido todo.
¿Cuál ha sido su mayor obstáculo como artista?
Lo económico. El dinero es importante para impulsar lo que uno hace. Me he topado con que a veces no hay presupuesto para grabar discos. Se requiere mucho esfuerzo para obtener los recursos. Gracias a Dios, mucha gente me ha abierto puertas.
¿Cuál ha sido el mejor consejo que le han dado?
Jorge Hernández, empresario guatemalteco, me dijo: “Suerte es cuando la preparación y la oportunidad se juntan”. Así que si estás preparado y viene una oportunidad es cuando empiezan a suceder las cosas buenas.
¿Cómo es la Guatemala que sueña y qué está dispuesto a hacer por ella?
Sueño igual que todos: tener una Guatemala libre, sin violencia. Un país del Primer Mundo. Podría aportar mi granito de arena para que Guatemala siga adelante a través de la música. La mejor manera de hacerlo sería creando proyectos más adelante. Tengo varios en mente, como beneficiar a personas mayores y crear fundaciones para preparar académica y musicalmente al artista que tiene talento excepcional pero no tiene oportunidades de dedicarse a la música.
¿Se puede decir que vive por Guatemala?
Llevo dentro la responsabilidad de devolverle cosas buenas a la tierra donde nací y donde Dios me puso. Deseo trabajar duro para dar lo mejor de mí.
