¿Considera que se han logrado los propósitos de nación trazados en los acuerdos de paz?

No se han cumplido y, por lo tanto, no se han obtenido los resultados que todo el mundo esperaba. El eje central de los acuerdos era una democratización del Estado; ese proceso se estancó y lo que tenemos es una democracia formal, que tiene una serie de vicios que no permiten avanzar en lo político, económico y social.

¿En quéáreas se ha incumplido?

En lo político, está la falta de reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos; en lo económico, por la ausencia de una reforma fiscal seria y profunda que tampoco se ha hecho. El pacto fiscal que se firmó no se cumplió, o sea que los esfuerzos que se han hecho en estos años se han perdido.

¿Existen avances parciales en algún sector?

Bueno, ahora al menos no se mata por pensar de manera diferente; en el pasado cualquiera que quería cambiar el Estado era sujeto a ser desaparecido. Hay una relativa libertad de pensamiento y avances parciales en la justicia en la lucha contra la impunidad por crímenes del pasado.

¿De qué forma se manifiestan estos atrasos?

Luego de 15 años de la firma de la paz, lejos de resolverse problemas como la pobreza se han agudizado; la desnutrición ha aumentado. Estos problemas no se resuelven únicamente regalando bolsas con comida, que solo sirven para atenuarlos, pero no los solucionan. Mientras no se asuman con responsabilidad los contenidos de los acuerdos de paz, no habrá soluciones.

¿Qué factores inciden en ese estancamiento?

Es producto de la actitud que tiene el sector económico más poderoso del país, el cual se ha atrincherado en la posición de que el Estado debe ser como un árbitro dentro de la sociedad, pero no un actor, como está establecido en los acuerdos de paz.

¿Cómo se ha manifestado esta situación?

Durante el gobierno de Álvaro Arzú se dio una estrategia de fragmentación de los acuerdos de paz: se cumplieron algunos compromisos, pero no se siguieron los elementos de carácter esencial.

Se cumplió parcialmente con la creación de la Policía Nacional Civil, pero la ley no contempló lo que decía el acuerdo, que no se podía reciclar a los antiguos policías ni efectivos del Ejército ligados a violación de los derechos humanos; además, la jefatura tenía que pasar por la academia.

Sobre la mejora en las condiciones de vida de la población, ¿cuáles son los principales rezagos?

El problema de la tierra, para lo cual se creó el Fondo de Tierras, pero como se ha dedicado a comercializar la tierra al favorecer la especulación, los campesinos se han endeudado.

El proceso buscaba crear un mercado de tierras favorable al campesinado; junto a este se pretendía la creación de un banco de desarrollo que permitiera a los campesinos el acceso a la tierra. Se supone que para eso se creó Banrural, pero este sigue siendo un banco como cualquier otro.

¿Cree que se ha perdido la oportunidad de cumplir con los acuerdos?

Todo el mundo sabía que la consulta popular de 1999 era la puerta para emprender reformas que podían cambiar de manera positiva el Estado de Guatemala, como incluir en los primeros artículos de la Constitución el carácter étnicosocial del país y reformar la Ley Electoral y de Partidos Políticos, pero esas fueron entorpecidas a propósito.