Recordó que “sus demarcaciones pasarán de gobiernos unipersonales a alcaldías que trabajarán de forma colegiada” y que las modificaciones constitucionales ubican a la capital mexicana “a la par de los estados de la República”.
“Damos el paso más importante desde las reformas de 1996 y 1998, que dejaron atrás casi siete décadas de concentración del poder en la autoridad federal, en el Departamento del Distrito Federal y en las delegaciones”, declaró Zambrano, quien estuvo acompañado del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera.
Apoyo
La reforma recibió los votos aprobatorios de 22 de los 31 congresos de los estados del país, incluyendo, entre otros, los de Aguascalientes, Baja California Sur, Chiapas, Chihuahua, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Quintana Roo y Veracruz.
Zambrano abogó en su discurso por “la descentralización, la autonomía y la soberanía popular” que equilibrará la relación de la capital con los poderes federales.
El pasado 15 de diciembre el Senado dio el aval definitivo a la reforma de diversas disposiciones constitucionales y que establece a la Ciudad de México como un estado más, con una Constitución local propia.
22 de 31 congresos del país apoyaron propuesta.
De esta forma, se reconoce su autonomía para el régimen interior de la ciudad y su organización político-administrativa.
El órgano encargado de elaborar la Constitución capitalina será designado en junio para comenzar funciones el 15 de septiembre y concluir las discusiones el 31 de enero de 2017, de manera que el nuevo ordenamiento entre en vigor en septiembre de 2018.
A los responsables de elaborar dicha Constitución “les corresponde diseñar un régimen para colocar a la ciudadanía en el centro de la vida pública”, afirmó Zambrano.