Los diputados de la oposición, que votaron en contra del paquete de reformas, se retiraron del plenario donde continuaba ayer la discusión de artículo por artículo, con la presencia de los 63 legisladores sandinistas y un aliado.
Los cambios en sus aspectos más polémicos eliminan el artículo vigente desde 1995 que establecía la reelección alterna y por una sola vez.
Mayoría relativa
También elimina el mínimo de 35% de los votos para ser electo presidente y lo reemplaza por una mayoría relativa, con lo cual suprime la segunda vuelta electoral.
La reforma, que quedará vigente una vez que sea sancionada por el Poder Ejecutivo y publicada, le abre al presidente Ortega la posibilidad de buscar un tercer mandato consecutivo en el 2016.
Además autoriza que militares y policías ocupen cargos en el Gobierno, cuando el presidente lo considere necesario por razones de seguridad, según el texto aprobado ayer.
Los cambios también devuelven al presidente la potestad de emitir decretos con fuerza de ley, imponer tributos o modificarlos, lo que era una facultad exclusiva del Parlamento.
La oposición, que se presentó al plenario para expresar su rechazo a la reforma, argumentó que el hecho de que haya reelección indefinida o se elimine la segunda vuelta, no resuelve los problemas de salud, vivienda o pobreza que tiene ese país.
“Prácticamente estas reformas son adaptadas como en otros tiempos al presidente de turno. Es más de lo mismo en la historia de Nicaragua”, dijo la diputada opositora María Sequeira.
El jefe de la bancada sandinista, Edwin Castro, respondió que “esta Constitución no es la solución para resolver los problemas de la pobreza o la plaga de roya que diezma la caficultura, pero da el marco para ir avanzando”.