“Nosotros los ixiles queremos ser testigos en este juicio”, “MP (fiscalía), soy ixil y quiero ser testigo”, “Testigos del MP son mentirosos”, señalaban las mantas en la manifestación que ocupó la plaza principal frente a la Corte.
“Venimos porque hemos sufrido la guerra, hemos sufrido en carne propia la pérdida de nuestros hermanos porque los guerrilleros los mataron”, decía por medio de un altoparlante un indígena proveniente de Nebaj, Quiché, uno de los municipios de la región ixil en el norte del país.
Ríos Montt y el exjefe de inteligencia durante su régimen, el general José Rodríguez, estaban siendo juzgados por la masacre de mil 771 indígenas ixiles pero el jueves una jueza anuló el proceso, devolviéndolo al estado en que se encontraba hace 17 meses y dejando sin efecto el testimonio de víctimas y los peritajes.
Por el momento, se libra una batalla legal entre acusadores y defensa del exdictador en la Corte de Constitucionalidad (CC), la máxima instancia judicial del país, que en la presente semana podría resolver varios recursos y decidir el futuro del juicio histórico que inició el 19 de marzo anterior.
En contraposición a la manifestación del grupo de ixiles a favor del exdictador, activistas de derechos humanos realizaron una concentración en la Plaza de la Constitución en el centro histórico de Ciudad de Guatemala para exigir la reanudación del juicio.
Guatemala vivió una cruenta guerra civil de 36 años (1960-1996) que dejó 200.000 víctimas entre muertos y desaparecidos.
Según un informe de las Naciones Unidas, una inmensa mayoría de los crímenes fueron perpetrados por las fuerzas de seguridad del gobierno.