Guatemala

Varios sectores ven deficiencias en seguridad

Varios sectores ven con preocupación las deficiencias y debilidades en la seguridad ciudadana en Huehuetenango, lo que atribuyen a la carencia de insumos, personal y presencia de la Policía Nacional Civil (PNC) en cinco municipios del departamento, lo que facilita que el crimen organizado opere con libertad.

Muchas   unidades de la PNC están convertidas en chatarra.

Muchas unidades de la PNC están convertidas en chatarra.

Érick Villatoro, auxiliar de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), comentó que hay responsabilidad del Estado por no tener la cantidad adecuada de agentes de la PNC en un departamento con 32 municipios y más de un millón 200 mil habitantes, lo que a su criterio facilita la comisión de delitos.

Agregó que no es posible que para esta región se tengan asignados 650 agentes policiales, de los cuales, 106 están inactivos por distintas razones, y los 544 restantes son divididos en tres grupos para prestar vigilancia.

“Significa que solo 181 agentes deben cuidar a toda la población huehueteca”, dijo Villatoro.

Sin presencia

El auxiliar de la PDH agregó que cinco municipios no cuentan con subestación policial, lo que los hace vulnerables ante grupos delictivos que se aprovechan de la desatención en esas áreas.

Según Villatoro, Huehuetenango debería tener al menos dos mil policías, por la cantidad de pobladores, municipios y extensión territorial.

“Se violenta el derecho a la seguridad y se ponen en riesgo derechos como a la vida, la integridad y la propiedad privada. Cuando ocurren robos o hurtos deben tomarse con seriedad”, señaló Villatoro.

Vayron Herrera, delegado de la Comisión Presidencial de Derechos Humanos (Copredeh), lamenta la ausencia de la PNC y de un juzgado de Paz en Santa Bárbara, desde el 2002.

Afirmó que San Ildefonso Ixtahuacán y Santiago Chimaltenango tampoco tienen subestación, después de los enfrentamientos entre agentes y vecinos. Además, en San Gaspar Ixchil y Unión Cantinil nunca ha habido sede policial, pese a que la presencia institucional en esos lugares es de suma importancia.

Área de tráfico

Herrera puntualizó que esas zonas han servido como paso para el narcotráfico, el crimen organizado y la delincuencia común, por lo que el retorno de la fuerza pública ha sido complicado, si se considera que en esos poblados han ocurrido varios linchamientos.

Un informe de la Comisaría 43, de Huehuetenango, al que tuvo acceso Prensa Libre, revela que 79 vehículos están funcionando, y de estos, 59 son autopatrullas de doble tracción y 19 motocicletas.

Por desperfectos mecánicos, 38 vehículos están fuera de circulación, y 93 unidades son consideradas chatarra.

En este departamento hay 27 subestaciones, una comisaría, el Centro Preventivo para Hombres y un edificio donde funcionan el núcleo de reservas, la unidad de apoyo y personal, y una cárcel de mujeres.

La diputada Mirza Arreaga, de Libertad Democrática Renovada, detalló que desde hace meses se ha solicitado al Ministerio de Gobernación la ampliación de la plantilla de policías para Huehuetenango, sin ningún resultado.

La legisladora oficialista Emmilene Mazariegos aseguró que en dos semanas el ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, se reunirá con alcaldes y autoridades del departamento para escuchar las peticiones en materia de seguridad.

Postura

Problema complejo

Antonio López Rojas,  gobernador  de Huehuetenango, aseguró que el problema de la inseguridad es complejo, porque  antes de que  regrese la PNC a un municipio   debe hacerse   un estudio que permita saber si existen las condiciones propicias, a fin de evitar  conflictos.

“Se busca el apoyo de las comunidades para que,  por medio de los alcaldes comunitarios,   gestionen el retorno de la Policía, para devolver la gobernabilidad y no caer en provocación”,  dijo López.

Según las autoridades, las fuerzas de seguridad trabajan en operativos  para combatir el  narco, el tráfico de personas, el   contrabando y la inseguridad.

ESCRITO POR:

Mike Castillo

Periodista de Prensa Libre y Guatevisión con 11 años de experiencia desde Huehuetenango. 5 veces corresponsal del año en Prensa Libre. Primer lugar de periodismo regional en Quetzaltenango. Periodismo Comunitario, Desastres Naturales y Política. Diplomado en Periodismo de Investigación.