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Opinión: Metro línea blanca, el inicio de una mejor movilidad urbana

Lograr interconectar un sistema tan complejo del Metro Línea Blanca con otros que ya se podrían empezar como el Aerometro, es un esfuerzo que vale la pena empujar.

18 meses después de haber empezado su construcción, el Sistema Metro ya podría estar en funcionamiento para los guatemaltecos. (Foto Prensa Libre: Freepik/Imagen con fines ilustrativos)

Por años se ha mencionado la importancia de contar con un sistema metropolitano de transporte más integrado, que ayude a mejorar la movilidad urbana de la población en la Ciudad de Guatemala. Siendo Guatemala, el departamento más productivo del país, casi 36.6% del total del PIB se produce acá, necesitamos repensar la forma en que el Estado guatemalteco invierte más, en uno de los departamentos con la menor inversión en red vial por persona, (sí, apenas 24 centímetros por persona en todo el departamento de Guatemala, comparado con 1 metro de red vial por habitante. Es el departamento con la menor cantidad de metros de red vial por habitante en el país, con razón tanto tráfico).

Esta falta de inversión en el departamento ha sido notoria y la han expresado varias autoridades municipales, por lo que ahora que el Gobierno de Guatemala ha anunciado el primer tramo del Metro Línea Blanca en el eje sur-norte de la ciudad, vemos que la coordinación al más alto nivel es importante para seguir impulsando los proyectos que requieren este importante sistema de transporte.

El Metro Línea Blanca en su primera fase, según lo dieron a conocer hace un par de meses el presidente Arévalo y el alcalde Quiñónez, de la Municipalidad de Guatemala, es un tren de superficie que tiene una longitud de 11.2 kilómetros con 11 estaciones, 20 trenes inicialmente (tipo tranvía) y una velocidad aproximada de 30 kilómetros por hora para mover 252 mil pasajeros por día. Este proyecto podría mover a pasajeros desde la Central de Mayoreo en Villa Nueva hasta la Estación Central de FEGUA en la Plaza Barrios de la zona 1.

Este proyecto inicial por supuesto requiere de inversiones importantes como lo son 14 pasos a desnivel en el municipio de Guatemala y el más importante, el puente que comunicaría desde CENMA hasta la Atanasio Tzul, una estructura de ingeniería sumamente compleja porque tendría la capacidad de movilizar en dos niveles vehículos, así como el tranvía del Metro Línea Blanca, así como un carril para bicicletas. Los estudios de preinversión están todavía en proceso de ser concluidos.

Todas estas inversiones estratégicas, además de la segunda fase que abarcaría llegar hasta Centra Norte en zona 17, requeriría también de la construcción del Puente Belice 2, la obra tal vez más importante para la Ciudad de Guatemala en estos momentos que está todavía pendiente de continuar su construcción.

El hecho de que este sea el primer tramo de un sistema integrado es importante, según el Banco Mundial “las inversiones ambiciosas en soluciones tales como el transporte público de alta calidad, las ciudades bien conectadas, las opciones de transporte no motorizado y las tecnologías menos contaminantes, pueden ayudar a lograr simultáneamente avances en el desarrollo y las metas climáticas. Ampliar las alternativas de transporte sostenible, especialmente en comunidades vulnerables o de bajos ingresos, es una forma efectiva de la que disponen los países para impulsar el desarrollo humano y la inclusión social.”.

Esto implica interconectar zonas como la zona 18, que necesitan contar con un transporte público masivo eficiente y seguro. Por ello, la construcción del Puente Belice 2 se vuelve tan importante para integrarlo a los diferentes proyectos que requiere el Metro Línea Blanca para poder comenzar a funcionar de una forma más sostenible.

Las inversiones en transporte público no deben hacernos olvidar que necesitamos más inversión en carreteras y vías alternas, pero ahora se suma la gran oportunidad que tenemos de contar con carreteras privadas y un proyecto de articulación del Gobierno de Guatemala con la Municipalidad de Guatemala, que interconectarán diferentes sistemas de movilidad para el servicio a la población.

Empezar a generar esfuerzos para lograr interconectar este sistema tan complejo del Metro Línea Blanca, con otros que ya se podrían empezar a utilizar como el Aerometro que atendería el eje oriente-occidente de la ciudad, es un esfuerzo que vale la pena empujar. Recordemos que ahora que las municipalidades pueden generar concesiones, sin tener que ir al Congreso de la República, el Consejo Municipal de la Municipalidad de Guatemala debe tomar el liderazgo para aprobar este proyecto, que podría estar funcionando 18 meses después de iniciar la construcción. Esto sería un gran impulso a la movilidad si pensamos cómo integrar el Metro Línea Blanca, el Aerometro, las estaciones del Transmetro y más ciclovías, haciendo de la Ciudad de Guatemala, una ciudad en la que todos podamos circular y vivir mejor.

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