“Aquí se busca un desarrollo que sea mucho más equilibrado y sostenible. Equilibrado en el sentido de reducir las desigualdades que hay; no solo hablamos de pobreza, hambre, salud y educación. Los objetivos de desarrollo sostenible hablan del bienestar, del buen vivir, hablan de una armonía que debe existir, una armonía que hace, por ejemplo, que se pueda organizar el desarrollo sin agotar los recursos naturales”, explicó Julliand.
Metas no cumplidas
Según la diplomática, el 60 por ciento de las metas del milenio no se han cumplido, por lo que para el país los objetivos de desarrollo sostenible son un desafío importante, donde primero habrá que sacar las lecciones de por qué no se lograron los del milenio e ir adelante con un plan muy elaborado donde debe haber un conjunto de recursos, de voluntad política, pero también la participación de todos los sectores de la sociedad.
Los objetivos de desarrollo sostenible no son solamente responsabilidad del Gobierno; la sociedad civil debe colaborar y ser más activa.
“No solo la falta de recursos y de voluntad política es lo que ha afectado en Guatemala y en cualquier país donde no se han cumplido las metas del milenio”, expuso Julliand.
La diplomática considera que se debe trabajar para que los nuevos objetivos de desarrollo sostenible no se queden en la gaveta, sino que sean toda una realidad.
Son compromisos
Ábner Paredes, defensor de la Juventud de la Procuraduría de los Derechos Humanos, considera que esta agenda plantea una serie de áreas donde las naciones se comprometen para poder alcanzar cada una de estas metas y así buscar el bienestar.
A su parecer, se deben priorizar algunas poblaciones o segmentos que lamentablemente están en grado de vulnerabilidad, como los niños y niñas, mujeres e indígenas.
La presentación se efectuó en el Domo de la zona 13, donde funcionarios de la ONU y periodistas sostuvieron un encuentro deportivo.