Ciudades

Comidas tradicionales de Guatemala para cada día de la semana

Cuando se camina por las calles, en especial los lunes, es común observar rótulos en los que se lee “caldo de pata”, o los jueves “deliciosos paches”, ya que en nuestro aún se mantiene la costumbre de degustar un platillo específico para cada día de la semana. 

Elisabeth de Jolón prepara tamales de carne para venderlos un sábado. (Foto Prensa Libre: Óscar García)

Elisabeth de Jolón prepara tamales de carne para venderlos un sábado. (Foto Prensa Libre: Óscar García)

También es tradición observar en barrios, colonias y aldeas, viviendas en las que se coloca una luz roja, muchas veces es una pelota plástica de ese color con una bombilla en el interior, para anunciar la venta de tamales o chuchitos.

En otros negocios de ventas de alimentos, invitan al cliente a mantener la tradición de degustar ceviches o caldo de mariscos, según el día.    

Luis Villar Anléu, biólogo y quien ha hecho investigaciones sobre la comida guatemalteca, indicó que definir los días para cada comida, se crea a partir de las necesidades y aunque no está muy definida esa costumbre (la de comer algo específico cada día de la semana), los lunes se acostumbra a consumir sopas a la hora del almuerzo.

Respecto del caldo de pata de res, Villar Anléu indicó que, según la creencia popular guatemalteca, esta comida es buena para el cerebro y ayuda para comenzar la semana laboral.

“Generalmente la tradición popular reserva el martes para caldo de res, pero especialmente servido con salpicón y arroz, pero ahora ha variado el día”, manifestó Villar.

Añadió que para deleitar el paladar a media semana, para el almuerzo de miércoles se reservaba la comida con recados, particularmente hilachas, aunque reconoció que actualmente también se consumen cualquier día de la semana.

Recordó que en algunos barrios, todavía se practica la venta de chuchitos los miércoles en la noche.

Para el jueves no se tiene una comida en específica para el almuerzo, aunque por varios años era tradición los chiles rellenos y coliflor envuelta en huevo. 

Lo que sí es una tradición que se conserva con firmeza es cenar paches, una especia de tamal hecho a base de papa. 

Mariscos para viernes

Villar explicó que los viernes es regular el consumo de mariscos, principalmente caldo de pescado.  Dijo que conforme fue el avance de esta costumbre, en algunas familias pudientes y la juventud, se comenzó el consumo de ceviche, para celebrar la víspera del fin de semana; además, algunos lo consumen acompañado de cerveza.

Sábado de tamales

¿Quién no ha comido tamales de carne los sábados? Seguramente todos los guatemaltecos o la gran mayoría lo ha hecho. El sábado desde temprana hora, pero más en la tarde, proliferan las ventas de tamales de cerdo, gallina y pollo, los cuales muchas personas los consumen como parte de la tradición y para evitar cocinar al menos un tiempo de comida.

El caldo de pata suele consumirse los lunes. (Foto Prensa Libre: Óscar García)

Respecto a los domingos, Villar Anléu indicó que regularmente en los barrios populares se buscan ventas de atol y tostadas para compartir.

Concluyó que las tradiciones que más se conservan, sin lugar a dudas, es el consumo de paches los jueves, tamales los sábados y el caldo de pata los lunes. Las comidas para los otros días de la semana han perdido terreno.

Está practica culinaria se ha visto afectada por la influencia de la comida rápida. Villar Aleú añadió que muchos jóvenes ya no consumen la comida tradicional, porque la ven como “algo del pasado”.

Es en los barrios y en los pueblos que se mantienen más las tradiciones, aunque varían de acuerdo al departamento.

“Los que es una cuestión práctica empieza a fijarse como una costumbre, luego se vuelve tradición y esto es parte del origen del por qué empezaron a fijarse así algunas cosas”, expresó.

El caldo de gallina también es un platillo que suelen degustar con regularidad los guatemaltecos. (Foto Prensa Libre: Óscar García)

Al gusto del cliente

Elisabeth de Jolón, quien tiene varios de preparar alimentos para la venta, indicó que en el caso de los tamales, los de carne de marrano y pollo son lo que más le piden los clientes.

Añadió que los tamales de arroz también son otra opción, pero se les agrega el mismo recado que un tamal común. Los tradicionales valen Q6 y los de arroz a Q7. El precio aumenta si el cliente desea que el tamaño de la carne sea mayor.

Respecto de los chuchitos, dijo que en ocasiones les agrega loroco o picante y que utiliza la clase de recado que se utiliza para los tamales.

De Jolón expuso que las hilachas también llevan una preparación especial al igual que los tradicionales paches de papa. El precio de este producto oscila entre Q5 y Q7.

ESCRITO POR:
Óscar García
Periodista de Prensa Libre especializado en periodismo comunitario e historias humanas con 12 años de experiencia.