Guatemala

Hugo Maúl: “El deporte es un medio, pero se maneja cómo un fenómeno de mercadeo global”

El economista Hugo Maúl estima que el futbol ha trascendido las fronteras del deporte y hoy es parte de un fenómeno social.

Aficionados reaccionan durante la transmisión del partido de la fase de grupos de la Copa América entre Perú y Chile.  (Foto Prensa Libre ; EFE)

Aficionados reaccionan durante la transmisión del partido de la fase de grupos de la Copa América entre Perú y Chile. (Foto Prensa Libre ; EFE)

El economista ha participado en varias instancias relacionadas con el futbol. Estuvo en la comisión transitoria que buscaba que la Fifa aceptara de nuevo la participación de selecciones nacionales, sanción que al fin fue levantada. En este diálogo expone sus criterios sobre cómo un deporte como el futbol ha trascendido fronteras sociales y se ha convertido en un fenómeno mercadológico, cultural y hasta político.

¿Cómo se entiende la lógica del fútbol como deporte y como negocio?

Cuando colaboré con la Comisión Transitoria que buscaba levantar la suspensión del fútbol guatemalteco, entendí que la Fifa maneja el futbol con una lógica comercial. El deporte es un medio, pero se maneja cómo un fenómeno de mercadeo global.

¿Le da eso un poder a la Fifa?

Total. Ni siquiera los gobiernos pueden tratar de fiscalizar el uso de recursos. Guatemala es la excepción, ya que el deporte, en general, maneja fondos públicos, pero en la mayoría de países hay total independencia. Al final la Fifa decide cómo se gastan los fondos y cómo se distribuyen los beneficios. Lo más cercano fue la investigación que desarrolló la justicia estadounidense, en el conocido Fifagate, y que en cierta forma obligó a cambiar algunas reglas, pero la independencia de manejo se mantiene.

¿Cómo entender el crecimiento del futbol en nuevos mercados y formas?

La globalización ayudó mucho. Antes, encontrar una edición de la revista El Gráfico de Argentina era casi imposible. Hoy el futbol está en todos lados. Ayudó que el deporte ya tenía una estructura global. Después aparece la tecnología, y más importante, el mercadeo, que permite identificar al público consumidor. Se maximiza el negocio.

Las nuevas tecnologías y medios de comunicación dan la opción de un consumo más individualizado y más amplio. Por ejemplo, en Guatemala, antes se era crema o rojo, con alguna excepción. No había forma de enterarse de otras realidades. Hoy el aficionado está a un clic de consumir lo que quiera y cuando quiera. Eso trajo flujos comerciales importantes en mercados asiáticos como China. Hay grandes inversiones, de pronto algunos fondos son de dudoso origen, porque el futbol también tiene una parte oscura. Pero todo se engloba en la demanda.

¿Cómo influye la cultura y la política?

No conozco gente que viva tanto el fotbol como los argentinos, brasileños y chilenos. ¿Cuánto ayudó al gobierno de Alberto Fernández el campeonato que ganó Argentina en el 2022? Esto es interesante. El país estaba sumergido en una grave crisis económica, pero al menos por ese mes, la atención se desvió hacia el futbol. Aquí en Guatemala recuerdo momentos en que el expresidente Jimmy Morales se sentaba junto al exembajador de Estados Unidos, Tod Robbinson, mientras se jugaba un partido de la eliminatoria mundialista.

La dimensión política es importante. Algunos dirigentes ven la participación en el futbol como una forma de catapultarse a puestos de elección popular.

“La Fifa maneja el futbol con una lógica comercial”.

Hugo Maúl

¿La migración ha cambiado el panorama del futbol en algunos países?

Sí. Veamos el caso de Alemania, donde hoy se ve a afrodescendientes y turcos. Platiqué con diputados de ese país y me dijeron que Alemania siempre ha sido un país de migrantes.
Esa migración permite a los jóvenes en condición marginal a apostar por un mejor futuro.

Creo que esa es una de las partes que habría que regularizar. Conocemos los grandes ingresos de jugadores como Messi o Cristiano Ronaldo, pero en general creo que el jugador, como sector, no tiene asegurada esa parte. No hay quienes velen por las necesidades del jugador como tal.

Eso mismo hace que hoy el futbolista crezca con la convicción de la necesidad de cuidarse más y mejor. Las mismas redes comparten rutinas que tienen los grandes atletas. Los jóvenes lo toman como referencia, pero todo tiene una contraparte. Así como es positivo compartir esta información, vemos cómo la globalización ha compartido el caso de las barras bravas, fenómeno que salió de Argentina y se ha trasladado a muchos países.

¿Crecerá el deporte o el negocio?

Ambos. La Fifa es una organización empresarial muy sofisticada. Las cosas no pasan porque sí, siempre hay una razón. En la época en que se habla de equidad, el futbol femenino asoma como el próximo gran negocio, así como los juegos de video.

Hay que entender las realidades de cada país. El futbol despierta pasión, orgullo. En México se ven todavía estadios llenos, tal vez porque juegan en otros horarios, pero lo más importante es que el mexicano se siente orgulloso de su deporte.

Por el contrario, en Guatemala, la falta de éxitos deportivos afecta la identidad, por lo que el aficionado, en especial de las nuevas generaciones, apunta a otras realidades deportivas exitosas para sentirse parte de algo positivo.

ESCRITO POR:

Juan Francisco Romero

Juan Francisco Romero

Periodista, colaborador especial para Prensa Libre.